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El uso inteligente de las tarjetas genera comodidad y permite tener ordenada las finanzas personales. Algunos aspectos a tener en cuenta al momento de tenerlas y usarlas son:
Comparar el costo. Cuánto cuesta una tarjeta no está determinado solo por la tasa de interés que van a aplicar por las compras. Hay un costo de emisión que se paga al recibirla, y otro de mantenimiento que se abona por lo menos una vez al año, los precios varían de acuerdo a las marcas y el tipo de tarjetas, con grandes diferencias. Además, puede haber comisiones por los adelantos en efectivo, por el uso de cajeros, por sobrepasar el monto habilitado para la tarjeta. Se deben comparar las tasas y también los cargos adicionales.
No tener demasiadas tarjetas. Dos o hasta tres tarjetas es una cantidad razonable. Las entidades financieras procuran ganar clientes para las tarjetas, por lo que facilitan mucho el acceso a las mismas. Sin embargo, contar con muchas de ellas implica duplicar o triplicar las posibilidades de endeudarse, sin contrapartida en el aumento de los ingresos para pagarlas. Por otra parte, las muchas tarjetas implican varios gastos de mantenimiento anual que pagar. Y nunca hacer adelantos en efectivo de una tarjeta para pagar la otra.
No financiar los gastos habituales con la tarjeta. Financiar es comprar y pagar en varios meses. Esto no es apropiado para las actividades corrientes, como el almuerzo diario, las compras del supermercado, salir a cenar o para diversión. La financiación debe utilizarse para la compra de bienes, como electrodomésticos, enseres de la casa o artículos que definitivamente cuestan pagar de una vez pero llevan al bienestar.
El adelanto en efectivo es más caro. Se abona una comisión sobre el importe del adelanto en efectivo, y además una comisión por el uso del cajero automático, esto hace que resulte más costoso que comprar con la tarjeta.
No pagar solo el mínimo. Para que lo anterior funcione, se debe pagar al día de vencimiento o antes; y toda la deuda, pues al dejar saldo se aplicarán los intereses.
Tener presente las fechas. Otra manera de aprovechar las tarjetas es conocer las fechas de cierre y vencimiento, para beneficiarse de unos 45 días de financiación sin intereses. Para ello se debe comprar después de la fecha de cierre, que se indica en el extracto. Estas compras no serán registradas en el siguiente extracto, sino en el posterior que vencerá luego de aproximadamente 45 días de la compra.
Las tasas de financiación tienen una tasa menor. Son las llamadas compra en planes o en cuotas. Generalmente, aplican tasa de interés menor, antes de comprar se debe preguntar por ellas a la entidad financiera.