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Veamos qué actitudes tenemos que evitar y cómo podemos mejorar.
No es divertido que:
Nos llamen por una característica física: gordo, flaco, largo, entre otros.
Relacionen nuestro nombre con algún personaje cómico, malo o feo.
No nos elijan para integrar la selección en un deporte porque no somos muy buenos deportistas.
Escondan nuestros útiles.
Nuestros juegos en los recreos incluyan empujones, patadas o cachetadas.
Nos insulten cuando perdemos una jugada.
Dejemos de lado a unos compañeros por agradar a otros.
Hablemos utilizando malas palabras.
Ignoremos a otros porque son diferentes a nosotros.
Amenacemos «jugando».
¡Qué gusto!
Prepararse para ir al cole con alegría. Esto sienten los niños que comparten, juegan y trabajan juntos sin peleas ni agresiones de ningún tipo.
¡Qué feo!
Escuchar a los adultos hablar mal de otra persona, ya sea de otro adulto o un niño.