Antecedentes de la imprenta en el Paraguay

Los jesuitas levantaron pueblos, construyeron edificios, montaron instituciones de enseñanza, organizaron reducciones, enseñaron artes, crearon talleres y, por sobre todo, produjeron literatura.

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No se puede hablar de la prensa sin mencionar a la imprenta. Y no se puede hablar en las Américas de la imprenta sin mencionar a los franciscanos y a los jesuitas, aunque más a estos últimos.

Llegó un momento en la historia de la conquista en el que se hizo necesario, por parte del clero, el aprendizaje de las lenguas autóctonas con el objeto de llegar de mejor manera a los nativos a tal punto que se crearon, incluso, cátedras de idiomas nativos en Lima en el siglo XVI para cumplir con este cometido. Y de esa acción a realizar publicaciones en las lenguas propias de cada «reducción» o «misión», como la biblia o los catecismos, nada más había un paso. Ese paso fue la instalación de las imprentas en las distintas ciudades cabeceras de las labores del clero doctrinal (Medina, 1958).

Los territorios de la Provincia Jesuítica del Paraguay, creada en 1605 y comprendida inicialmente por algunos territorios de los actuales Paraguay, Argentina, Brasil, Uruguay, Chile y Bolivia, vieron llegar la primera imprenta antes de 1680 para algunos investigadores como Nicanor Sarmiento, y en 1700 para otros como Josefina Plá. Más allá de la divergencia, lo cierto es que hasta su expulsión de los territorios coloniales españoles (1767 - 1768), la maquinaria de los jesuitas produjo biblias, libros de texto, catecismos y estampas (Plá, 2006).

Lo que ocurrió luego, el largo silencio que sobre la imprenta y la prensa nacionales o en territorios nacionales se ha ceñido hasta la primera mitad del siglo XIX, es tratado de explicar por muchos historiadores en la condición de nuestro país y su gente, en la particularidad de Asunción, y sobre todo en el aislamiento al que José Gaspar Rodríguez de Francia sometió al Paraguay independiente luego de 1811.

Recién a partir del Gobierno de don Carlos A. López el fenómeno de la prensa y de las artes gráficas encontraron su camino; tortuoso en algunos casos, pero que sin embargo llevaron al desarrollo en el que actualmente está inmerso. Contribuyeron para ello el anhelo del Gobierno constitucional de justificar, defender y obtener el reconocimiento oficial de la independencia del Paraguay por parte de Buenos Aires, naciendo de esa manera El Paraguayo Independiente, un órgano netamente político que apuntaló la postura nacional acerca de su merecida autarquía.

Fuentes.

Medina, Jose Toribio (1958). Historia de la imprenta en América y Oceanía. Santiago de Chile. Imprenta y Litografía Universo

Plá, Josefina (2006). El barroco hispano-guaraní. Asunción. Intercontinental Editora

Vera Abed, Carlos Alberto. La actividad cultural en el Paraguay a partir de un estudio hemerográfico sobre el periódico La Regeneración (1869-1870). Asunción (2012). Tesis de grado, Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte, UNA.

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