ALIMENTACIÓN NORMAL DEL NIÑO, LA NIÑA Y LOS ADOLESCENTES

CONSIDERACIONES GENERALES

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Se recomienda una alimentación variada, suficiente en cantidad y calidad, ya que durante la infancia, el niño o la niña se encuentra en pleno desarrollo físico y mental.

La existencia de documentos oficiales elaborados por un Comité Técnico Nacional Multidisciplinario e Interinstitucional, como lo son las Guías Alimentarias del Paraguay, permiten realizar recomendaciones adaptadas a los problemas nutricionales de la población paraguaya; por lo tanto, lo desarrollado en el presente capítulo estará en concordancia con lo recomendado en dichos documentos.


Para que una alimentación sea considerada completa para un individuo sano, es necesario que contenga los 7 (siete) grupos de alimentos señalados en las Guías Alimentarias del Paraguay, (Figura 1) que incluyen:

1. Cereales, tubérculos y derivados
2. Frutas
3. Verduras
4. Leche y derivados
5. Carnes, legumbres secas (porotos, soja, lenteja) y huevos
6. Azúcares o mieles
7. Aceites o Grasas

Gráfica representtiva de las Guías Alimentarias del Paraguay

Esta gráfica está dividida en niveles de mayor o menor tamaño donde se ubican los grupos de alimentos de similar contenido nutricional, teniendo en cuenta los principios básicos de variedad, moderación y proporcionalidad.

Por variedad, entiéndase que se debe consumir diferentes tipos de alimentos de cada uno de los siete grupos en la alimentación diaria, para cubrir las necesidades nutricionales del organismo.

Por moderación, regular o disminuir el consumo de ciertos alimentos como grasas y azúcares para evitar riesgos nutricionales.


Y por proporcionalidad se entiende que se deben consumir más alimentos de los grupos que se encuentran en la base de la gráfica y menos de los grupos que se encuentran en el último nivel o en la parte superior de la gráfica (Figura 2). Considerando que ningún grupo es más importante que el otro, pues los mismos se complementan.


Manejo de la Gráfica de las Guías Alimentarias del Paraguay
Basado en lo expuesto anteriormente y en el contenido nutricional de los diferentes grupos de alimentos, en lo que respecta al aporte de energía, se recomienda que esta provenga principalmente de alimentos ricos en hidratos de carbono complejos, representados por el grupo de los cereales tubérculos y derivados, y disminuir el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono simples (azúcares y mieles).


Por otro lado, las proteínas serían aportadas por alimentos que se representan en el tercer nivel de la olla nutricional como la carnes y huevos, que contienen sustancias esenciales denominada aminoácidos, que pueden ser de origen vegetal como las legumbres (porotos, soja, etc.), pero para mejorar su calidad en cuanto a aminoácidos, se deben combinar con cereales (arroz o fideo por ejemplo).

También, el grupo de la leche y derivados aportan proteínas de buena calidad y, por sobre, todo un mineral de gran importancia, como es el calcio.

Sin embargo, debe quedar muy claro que sobre todo en niños o niñas, la inclusión de alimentos de origen animal debe hacerse en mayor proporción que los alimentos de origen vegetal, por ser estas fuentes de proteínas de alta calidad biológica y de vitaminas como riboflavina, niacina, tiamina, así como de minerales como el hierro, zinc y calcio.


Las verduras y frutas naturales o preparadas en jugos o zumos, o como ensaladas, constituyen componentes importantes de la alimentación por su aporte de distintas vitaminas, minerales y fibras necesarias para el organismo.


La ingestión de cierta proporción de lípidos o grasas (aceites) también es necesaria porque, además del aporte energético, suministran ácidos grasos esenciales que el organismo no puede sintetizar, por lo que deben ser aportadas por la dieta, principalmente, durante los primeros años de vida del ser humano.


Un comentario especial merece el consumo de agua como parte de los hábitos alimentarios. Es conveniente que el niño o niña aprecie su valor desde dos puntos de vista: por ser un componente importante de la alimentación diaria y por el papel que juega en la prevención de enfermedades relacionadas con la higiene de los alimentos y con el aseo personal. Un escolar debe estar consumiendo al menos 6 a 8 vasos de agua por día (1200 ml a 1600 ml).

En la planificación de la alimentación, es indispensable tener presente la variedad de alimentos que existen en el mercado, sus características, valor nutritivo, costo y utilización. Ningún alimento proporciona todas las sustancias nutritivas que requiere el organismo, de ahí la necesidad de ingerir diariamente una alimentación variada.


La alimentación variada se refiere a la selección, la posibilidad de alternar e intercambiar alimentos de los distintos grupos para cada una de las comidas, tomando en cuenta las posibilidades de la familia y la disponibilidad de alimentos en la comunidad.


La alimentación variada y balanceada promueve el adecuado aprovechamiento biológico de los alimentos ingeridos, lo cual garantiza el mantenimiento de la salud. Este aprovechamiento biológico depende de la proporción en que un alimento pueda ser digerido, absorbido y utilizado por el organismo.


El consumo de una alimentación variada durante la niñez garantiza entre otros aspectos: la formación y mantenimiento de los huesos, músculos y la prevención de las enfermedades.



ALIMENTACIÓN DEL ESCOLAR Y DEL ADOLESCENTE

A diferencia de lo que ocurre en el adulto, el niño o la niña debe recibir lo necesario para un buen crecimiento. En este proceso de crecimiento que tanto los músculos como los huesos aumentan de tamaño, por tanto deben consumir alimentos que proporcionen las sustancias necesarias para formarlos. Las sustancias que intervienen primordialmente en este proceso son las proteínas; sin embargo, ellas no pueden actuar en forma independiente, ya que la función de los nutrientes está interrelacionada en una forma muy compleja. Cualquier cambio en el consumo de algún nutriente puede interferir en la actividad de otro. Por ejemplo, la absorción de calcio depende de la vitamina D; el calcio a su vez es necesario para la absorción de la vitamina B12.


Una alimentación saludable favorece la formación de los tejidos durante las etapas de crecimiento, la renovación y restauración de los mismos durante la edad adulta y la vejez. Además, contribuye al cumplimiento de las funciones de los tejidos del organismo (sostén, movimiento y desplazamiento del cuerpo humano) y favorece la prevención de enfermedades.


En el caso de los escolares, por ejemplo, el organismo se está preparando para la adolescencia, etapa de crecimiento acelerado caracterizada por cambios morfológicos y fisiológicos que van a determinar el tránsito de la niñez a la edad adulta.


Las prácticas de alimentación de un escolar o un adolescente debe incluir: tres comidas diarias (desayuno, almuerzo y cena) y dos comidas extra (media mañana y merienda).
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