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Origen e institución
Existen muchas versiones acerca del origen de la bandera paraguaya, pero un origen oficial en libros de texto paraguayos habla de un ramo de flores con esos tres colores, que Juana María de Lara había regalado a los próceres de la Independencia del Paraguay.
El Congreso Extraordinario del 25 de noviembre de 1842, presidido por los cónsules Mariano Roque Alonso y Don Carlos Antonio López, dispuso que se utilizara exclusivamente la tricolor del 15 de agosto de 1812 y no se enarbolara otro pabellón que no fuera el así confirmado, ya con el agregado de los escudos nacionales, el oficial y el de Hacienda. Fue la octava y definitiva, aunque aún se hicieron algunos cambios en la proporción.
Curiosidades
La bandera paraguaya es actualmente una de las tres únicas banderas nacionales en el mundo (junto con la bandera de Moldavia y la de Arabia Saudí) que no tiene sus dos lados iguales: en el anverso se observa la estrella rodeada de la palma y el olivo y la inscripción "República del Paraguay"; del reverso, un león abrazando a una pica con el gorro frigio y circundado por el lema "Paz y Justicia".
Con honor y patriotismo, exclamemos el Juramento a la Bandera.
Juramento a la bandera
¡Salud, hermosa Bandera de mi patria amada!
En este día, venimos a depositar bajo tu sombra,
la ofrenda de nuestro puro patriotismo,
a fin de que ondees siempre bella y triunfante
adondequiera que te lleve la fuerza del destino.
¡Compañeros!
¿Queréis que el rojo de nuestra bandera
sea siempre el símbolo de la gloria,
que evoque el deber de todo paraguayo,
de verter su sangre en defensa de la integridad e independencia de nuestra patria?
(¡Sí, lo queremos!)
¿Queréis que el blanco de nuestra bandera,
sea siempre evocadora de paz y confraternidad,
en el horizonte de nuestra patria?
(¡Sí, lo queremos!)
¿Queréis que el azul de nuestra bandera,
sea siempre evocadora de grandeza,
como el cielo de nuestra patria?
(¡Sí, lo queremos!)
¿Queréis, en fin, que esta tricolor bandera,
sea siempre evocadora de paz y de justicia,
de prosperidad y bienestar?
(¡Sí, lo queremos!)
Pues bien, juremos en este día memorable,
que la amaremos eternamente,
y la defenderemos con todo el fervor y entusiasmo de nuestros corazones,
y con toda la energía de nuestros brazos.
(¡Sí, lo juramos!)