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¡Cuán importante es la intervención del docente en cada proceso y en el relacionamiento directo con el niño y la familia! Su gestión pedagógica es esencial para potenciar la cognición, el lenguaje, la psicomotricidad, el área social y la afectividad, claves para el éxito educacional.
El liderazgo del docente es otro indicador para la construcción, avance y afianzamiento del aprendizaje. Si el profesor es líder y emprendedor, naturalmente, el alumno tomará ese modelo para su desenvolvimiento diario, se inspirará siempre en él y se sentirá automotivado constantemente. T. D. Matheus manifiesta: “Liderar es motivar, es dar paso a logros internos y externos”.
En todas las actividades emprendidas, la comunicación oral y escrita también está viva permitiendo abrir todas las aristas para la comprensión que implica procesar e interpretar información.
El docente sabe que el niño aprende a través de sus vivencias cognitivas del contacto con el medio natural, de juegos. De las posibilidades que tenga y de los estímulos necesarios y oportunos que reciba dependerá el alcance de objetivos propuestos. Recordemos que en el proceso de desarrollo y crecimiento son varios los factores intervinientes.
Es muy importante que el docente considere que trabaja con seres humanos cargados de potencialidades, valores y esperanzas, que se sienta cada vez más comprometido (a través de su capacidad y creatividad) para ir consolidando aprendizajes en la vida del niño.
Actividades sugeridas
Diseñar proyectos en los que se potencien las áreas de música, danza, teatro, redacción libre, artes plásticas, deportes, talleres manuales-nutricionales, protección y cuidado del medio ambiente, relaciones interpersonales y familiares.