29 de setiembre: batalla de Boquerón

En el contexto de la Guerra del Chaco (1932-1935) se desarrolló un proceso bélico conocido como batalla de Boquerón, en uno de los puntos más estratégicos del Chaco paraguayo. Y dicho proceso —que duró varios días— concluyó con la recuperación del fortín Boquerón, el 29 de setiembre de 1932.

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Rememorar estos procesos históricos es mantener vivo el valor de los valientes paraguayos que tuvieron que afrontar momentos tan decisivos para el país.

Contexto histórico

Los conflictos limítrofes entre los países del continente americano son el resultado de los múltiples cambios administrativos que impusieron los españoles durante el período colonial. Una vez independientes, los nuevos países contaban con diversos documentos en los cuales sus derechos se superponían a los de sus vecinos. Por esta razón, se desarrollaron varios conflictos internacionales por cuestiones de límites, como lo fue la Guerra del Chaco. Pero los conflictos limítrofes no son causas únicas para que se desarrolle una guerra como la del Chaco, también fueron causas de esta guerra cuestiones económicas, políticas e ideológicas. 

A pesar de los esfuerzos de ambos países, múltiples circunstancias desencadenaron el inicio de la guerra. Una vez iniciada, la consigna fue recuperar los fortines paraguayos ocupados por el ejército boliviano, entre ellos el fortín Boquerón.

El sitio de Boquerón 

Fundado en 1928, el fortín Boquerón fue ocupado por el ejército boliviano en julio de 1932. La estrategia establecida por el ejército paraguayo fue decisiva para la victoria final: el fortín Boquerón fue sitiado –rodeado– impidiendo que los bolivianos que lo ocupaban recibieran alimentos, agua, y, al mismo tiempo, evitando la comunicación con el resto de su ejército. Durante varios días, el fortín Boquerón fue rodeado por el ejército paraguayo enfrentando las duras condiciones climáticas del Chaco: el calor y la falta de agua. De ambos lados, las fuerzas estaban desgastadas y, finalmente, luego de veinte largos días de sitio, el coronel Marzana, comandante del ejército boliviano que ocupaba Boquerón se rindió ante las tropas paraguayas lideradas por José Félix Estigarribia, quien entonces contaba con el cargo de teniente coronel. 

En la memoria de los sobrevivientes

En la actualidad, los estudios históricos no solo contemplan los documentos oficiales, las fechas de las batallas y los nombres de los comandantes. La historia hoy también se construye desde la mirada de los ciudadanos, los testigos presenciales, las personas que participaron de los hechos históricos, los soldados, entre otros. Y son estos testigos, quienes nos transmiten las impactantes imágenes de lo que vivieron durante la guerra. Este es el caso del testimonio de Tranquilino Azcona, quien en el 2002 relataba para ABC Color su experiencia en el Chaco: 

«Nunca pensé que me iban a matar, pero al llegar al frente de batalla en el fortín Boquerón, cuando les veía a mis camaradas destrozados por las metrallas, morteros o granadas, comprendí que estaba en el infierno».

Más allá de los resultados de una guerra, son muchas las consecuencias negativas que deja la misma en la población. Por esta razón, las recordaciones de estas fechas deben llevar a la reflexión, fortalecer la memoria histórica y el legado de nuestros antepasados para cultivar entre todos una cultura de la paz.

Amplía tu conocimiento

Lee en forma completa el siguiente artículo de ABC Color y comenta en clases con tus compañeros. 

http://www.abc.com.py/edicion-impresa/locales/sobreviviente-recuerda-que-boqueron-era-un-infierno-665049.html

Fuentes: CARDOZO, E. (1989). Paraguay independiente. Asunción: Schaumann Editores / BEJANO, R.C. (1965). Boquerón, la batalla decisiva. Serie Guerra del Chaco n.° 4. Asunción: Casa Editorial Toledo.

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