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En cualquier nivel educativo es preciso tener en cuenta lo que el alumno ya sabe sobre lo que vamos a enseñarle, puesto que el nuevo conocimiento se asentará sobre el viejo. En el número anterior, acordábamos la importancia de seleccionar los contenidos, priorizarlos desde lo esencial hasta aquellos que, incluso, podríamos dejar de lado. Sobre esos contenidos seleccionados tendríamos que preguntarnos ahora qué ya saben nuestros estudiantes.
El aprendizaje, según Ausubel, debe ser una actividad significativa para la persona que aprende y dicha significatividad está directamente relacionada con la existencia de relaciones entre el conocimiento nuevo y el que ya posee el alumno. Para él, el aprendizaje resulta muy poco eficaz si consiste solo en la repetición mecánica de elementos que el estudiante no puede estructurar, tampoco encontrará significatividad si no sabe cómo puede usar eso que aprendió en otras situaciones cotidianas.
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El aprendizaje ya no es la acumulación de información, sino es la forma en que dicha información se organiza en la mente y está disponible para que el estudiante se desenvuelva de manera competente. Es evidente que, (y no se trata de desmeritar la importancia de la memoria en el aprendizaje) mediante repeticiones secuenciadas podemos lograr que un estudiante de 9 o 10 años aprenda los nombres de los 17 departamentos y capitales de nuestro país, las tablas de multiplicar, etc. Ahora bien, con esto ¿es suficiente para afirmar que podrá relacionar lo nuevo con lo que ya sabía y aplicar sus conocimientos en contextos diferentes al escolar, fuera de un examen de matemática, historia o geografía o que hará suyo ese contenido, se apropiará de él?
El significado también depende de las variables personales como la edad y experiencias, es decir, depende entre otros aspectos de los intereses de los estudiantes respecto al tema y hasta la forma de desarrollar la clase que incentive a los estudiantes. Se aprende mejor aquello que se comprende adecuadamente, es decir, lo que se inserta apropiadamente en los conocimientos que ya poseemos y que se puede usar para resolver problemas significativos.
El aprendizaje significativo es también un aprendizaje relacional. Está relacionado con los conocimientos previos y experiencias vividas.
EJERCITARIO 5
1. Conceptualiza aprendizaje significativo.
2. Fundamente la siguiente afirmación: «El aprendizaje significativo es aprendizaje relacional».
3. Reflexiona y propone una actividad para tus estudiantes que promueva el aprendizaje significativo.
Fuente: CARRETERO, M. (1996).Constructivismo y Educación. Aique Grupo Editor S. A.