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La emoción: qué siento y sienten los otros
Al iniciarse la clase o día laboral, cada individuo debe detectar la emoción que siente. Luego se pone una carita o el nombre de la emoción debajo del nombre de cada persona en un mural. De este modo, todos pueden ver las diferentes emociones que cada uno tiene, reflexionar y decidir en grupo si hay que hacer algún ejercicio para nivelar los estados emocionales antes de iniciar las tareas del día.
Variable 1. Se puede, por mes o por semana, formar grupos que definan y lideren un trabajo de nivelación emocional, para aplicarlo cuando sea necesario. Este paso puede darse luego de enseñar algunos de los ejercicios de modelación emocional, para que ellos los guíen en el grupo.
Variable 2. Si algún miembro del grupo tiene alguna emoción que lo limita, puede preguntársele si desea contar qué le sucede y qué necesita de sus compañeros. Luego, todos lo ayudan y le dan su contención.
Crear juegos de palabras positivas y motivadoras
Formar grupos de cuatro o cinco integrantes. Cada uno debe anotar cuatro palabras positivas y motivadoras y otras cuatro palabras de elementos neutrales (muebles, nombres, animales, etc.). Luego deben separar en sílabas las palabras y cada uno poner sus sílabas dentro de una imagen que el docente entrega. Uno de los integrantes debe ser el coordinador de la actividad. Una vez realizada la tarea, los grupos se intercambian las imágenes y deben descubrir las palabras positivas y motivadoras que el grupo inicial escondió en el diagrama. Puede resultar que encuentren más, pues al sumar sílabas de palabras extras la combinación de las mismas puede dar como resultado otras nuevas.
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Comprensión y valoración hacia las otras personas
Juan y Eduardo son dos hermanos que comparten su cuarto. A Juan le gusta leer, y cada vez que está en su cuarto aprovecha a leer alguno de sus libros. A Eduardo le gusta la música, y cada vez que está en su cuarto aprovecha para escuchar sus temas preferidos.
Juan no puede concentrarse en la lectura de su nuevo libro porque Eduardo está cantando mientras escucha su música a todo volumen.
- ¿Quién de los dos tiene derecho a hacer lo que le gusta y desea?
- ¿Qué puede hacer Juan para que Eduardo escuche su música preferida sin que lo moleste, mientras lee?
- ¿Qué puede hacer Eduardo para que Juan pueda seguir con su lectura?
Entre todos ofrecer alternativas para solucionar el problema y reflejarlo en una charla grupal o en mural con imágenes y palabras. Se puede dividir en dos grupos y que cada uno represente a uno de los hermanos, o trabajar en pequeños grupos que representen a Juan y Eduardo.
Planificar un día especial
Esta actividad consiste en determinar un día especial para alguno de los miembros del grupo. Se puede hacer cada dos o tres meses. Se dividen los alumnos o compañeros en grupos, que deben cada uno elegir alguna manera de hacer sentir bien y especial al otro.