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El término acompañamiento pedagógico es relativamente nuevo en el campo de la educación.
Definimos el acompañamiento pedagógico como un sistema y un servicio destinado a ofrecer asesoría planificada, continua, contextualizada, interactiva y respetuosa del saber adquirido por docentes y directores, orientado a la mejora de la calidad de los aprendizajes de los estudiantes, del desempeño docente y de la gestión de la escuela.
Es necesario precisar que, desde nuestra concepción, el acompañamiento no es una mera asesoría externa centrada en procesos técnico-pedagógicos, sino que se centra en el desarrollo de capacidades y actitudes de las personas, y, por eso, cultiva relaciones de confianza, empatía, horizontalidad e intercambio de ideas, experiencias y saberes con la finalidad de mejorar capacidades y actitudes en el desempeño profesional de los educadores a fin de que mejoren la calidad de los aprendizajes de sus estudiantes.
La finalidad del acompañamiento pedagógico es generar y fortalecer una cultura de revisión e innovación de la práctica pedagógica en la Institución Educativa, orientada hacia la mejora de la calidad del servicio educativo. En el caso específico de los proyectos de innovación, la revisión de la práctica pedagógica complementa con el diseño de nuevas y mejores prácticas orientadas a la implementación eficaz de la innovación.
En coherencia con estos planteamientos, afirmamos que el desarrollo de una cultura innovadora a través del acompañamiento se da en tres sentidos:
Diseño consistente y específico de procesos y estrategias para concretar los cambios propuestos en los documentos de consenso nacional. De lo que se trata es asesorar a los docentes en la revisión de su práctica pedagógica y el diseño de procesos pedagógicos y de gestión que hagan posible lograr el cambio deseado.
Esto significa innovar estrategias y métodos pedagógicos, introducir contenidos nuevos, imaginar y producir materiales o productos, e, incluso, proponer cambios a nivel de la organización (nuevas formas de gestionar los procesos educativos). Así, el acompañamiento se pone al servicio de los docentes para ayudarles, mediante el acompañamiento pertinente, a que sus experiencias, conocimientos e ideales se conviertan en procesos pedagógicos eficaces, materializándose en diseños curriculares, metodologías, técnicas, materiales, productos y formas de organización, que modifican y mejoran la manera de operar de sus escuelas e inciden positivamente en los aprendizajes de sus estudiantes.
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Innovación de las ideas y de la práctica. No basta con cambiar el enfoque o los referentes conceptuales, sino que también tiene que cambiar la manera de hacer las cosas. Enfoques y prácticas refieren a un cambio cultural, sustentado en personas e instituciones. El acompañamiento para ser efectivo del cambio y la innovación, capaces de introducir transformaciones en los modos de organización y el clima institucional de sus escuelas, institucionalizando sus prácticas innovadoras.
Promover la resiliencia. Entendida como la capacidad de una persona o grupo para salir adelante a pesar de las dificultades. Innovar de manera resiliente tiene dos significados:
- De un lado, significa impulsar proyectos de innovación en las zonas de mayor pobreza, buscando ensanchar las oportunidades de aprendizaje de los estudiantes más pobres, revirtiendo situaciones de fuerte marginación y desventaja educativa. Innovación y equidad se enlazan aquí estrechamente. El esfuerzo de innovación se alimenta desde las ausencias y las brechas, volteando situaciones de fuerte marginación y desventaja.
- De otro lado, innovar significa revertir enfoques y modos tradicionales de enseñanza.
Innovar, modificar, cambiar, transformar, son nociones que aluden, por contraste, a modos de operar y funcionar de la enseñanza que ya han caducado.
Fuentes: GAIRIN, J; RODRÍGUEZ GÓMEZ, D. (2015). Innovación, aprendizaje y gestión del conocimiento en las instituciones educativas. Revista Educación 2015. N.º46 (73-90). Gil, J (1992). BAZARRA, L Y CASANOVA, O. (2013). Directivos de Escuelas Inteligentes. ¿Qué perfil y habilidades exige el futuro? Madrid: SM. CUENCA, R. Y PONT, B. (2016). Liderazgo escolar. Inversión clave para la mejora educativa. Madrid: Fundación Santillana.