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Si entendemos el acompañamiento, pues, como una consulta entre colegas, como un proceso de facilitación de relaciones críticas y reflexivas entre los profesores sobre el conocimiento y la práctica de las escuelas, podemos caracterizarlo con las siguientes notas distintivas:
- Es un proceso de ayuda y apoyo que involucra en un proceso de comunicación a las personas implicadas.
- Es un proceso orientado hacia el cambio y la mejora.
- Es un proceso que requiere un compromiso compartido de responsabilidad por parte de los asesorados y pericia o habilidad del asesor.
- Es un proceso que precisa de una relación de cordialidad, apertura, colegialidad en la que no exista una relación administrativa de superior/subordinado entre el asesor y los profesores, sino una actitud predominante de generar un conocimiento compartido en torno a la innovación que se quiera llevar a cabo o práctica que se quiera revisar.
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Las características de un servicio de acompañamiento
- Es un servicio independiente, proporcionado por un agente de cambio que establece con su cliente una relación estrecha de colaboración de igual a igual.
- Se trata de un servicio de orientación, así que la responsabilidad de la competencia y de la integridad del acompañamiento corresponde al asesor, mientras que la responsabilidad de continuar el cambio corresponde al cliente.
- Es un servicio que aporta una amplia gama de conocimientos y destrezas profesionales, acumuladas por la amplia experiencia en una variedad de entornos, y que se haya informado por una constante actualización mediante la investigación y observación de los métodos y técnicas actuales.
- Es un servicio cuya realización y solución eficaces dependen tanto del compromiso del cliente con la relación asesor-cliente y con el objetivo acordado de cambio como de las destrezas sistemáticas de resolución de problemas que tenga el asesor.
Algunas características de la relación de asesoría: (Hernández, 1992) reformulando una propuesta de Havelock, propone:
- Es la institución educativa o el profesor quien plantea la demanda y la necesidad de una asesoría.
- La relación entre el asesor y el profesorado es temporal y específica para un problema.
- Los asesores pueden provenir de diferentes disciplinas profesionales, los asesores han de ejercer diferentes roles profesionales independientemente de su procedencia profesional.
- El asesor no prescribe soluciones, sino que ayuda a que los profesores las encuentren.
- No existe una relación administrativa de superior y subordinado entre el asesor y los profesores.
- El punto de partida de una asesoría es el compromiso que adquieren los profesores con el posible asesor de poner en común sus expectativas.
- Se favorece como actitud predominante el generar un conocimiento compartido en torno a la innovación que se lleva a cabo o la práctica que se quiere revisar.
- El tema mediador presente en cualquier intervención asesora es favorecer la reflexión sobre la práctica.
- El asesor debe ofrecer informaciones que favorezcan, mediante el contraste, la reflexión sobre la práctica y la fundamentación, la innovación que se pretende llevar a cabo.
- La asesoría tiene sentido porque ayuda a llevar a cabo innovaciones educativas en los centros, está asociada a una idea de cambio y que este, al menos en educación, se produce de abajo a arriba.
Fuentes: GAIRIN, J; RODRÍGUEZ GÓMEZ, D. (2015). Innovación, aprendizaje y gestión del conocimiento en las instituciones educativas. Revista Educación 2015. N.º 4 6 (73-90). Gil, J (1992). BAZARRA, L Y CASANOVA, O. (2013). Directivos de Escuelas Inteligentes. ¿Qué perfil y habilidades exige el futuro? Madrid: SM. CUENCA, R. Y PONT, B. (2016). Liderazgo escolar. Inversión clave para la mejora educativa. Madrid: Fundación Santillana.