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Uno iba a ponerse el sombrero… y caían diez ratas. De mañana los niños iban a ponerse el zapato y no les entraba… porque estaba lleno de ratas.
Si se cargaba la bañadera para darse un baño de inmersión o jugar con un barquito, se terminaba haciéndolo en compañía de decenas de peludos compañeros.
Lo peor, ocurría con los alimentos.
La gente solía hacer una provista de comestibles. Pero al día siguiente de hechas las compras, resulta que se habían acabado los huevos, o el pan o las salchichas, la carne… ¡y ni qué decir del queso!
Los habitantes de Hamelín se cansaron. Ellos, por su cuenta, ya nada podían hacer. Y como era gente sencilla, pensaron que lo mejor sería recurrir al gobierno, para que solucionara tan delicado y gran problema.
Fueron, pues, ante la alcaldía de la ciudad con carteles y pancartas para exigir al alcalde que pusiera fin a la plaga.
Los manifestantes gritaban estribillos y las mujeres golpeaban con cucharas, cacerolas y ollas para llamar la atención de las autoridades… a quienes las ratas también incomodaban.
Lea más: El flautista de Hamelín (1)
En plena sesión del Consejo, salía de pronto una rata del bolsillo del saco o de entre la barba de un Concejal. No obstante, los ciudadanos, esta vez, exigían que se tomaran medidas drásticas.
No sabían cuáles, pero exigían al alcalde que algo hiciera.
El alcalde, temiendo perder en las próximas elecciones, hizo un intento de solucionar el grave problema: dispuso que todos los empleados municipales quedaran relevados de sus funciones y se formara un ejército raticida que se dedicara solo a matar ratas.
Pero las ratas empezaron a esconderse, primero, y a contraatacar después, formando su propio ejército.
Así cuando sorprendían a uno en solitario, se tiraban contra él, comiéndole toda la ropa, de modo que el empleado municipal quedaba en cueros en medio de la calle, y ya se sabe que los empleados municipales son muy vergonzosos.
Como esto no daba resultado, empezaron de nuevo a aparecer los grafitis y pintatas en las paredes de las calles.
No metan más la pata y acaben con las ratas, se leía en una pared. En otra: Pagamos los impuestos ¿Por qué nos hacen esto?
Esto preocupó seriamente al alcalde, pues cada día faltaba menos tiempo para las elecciones.
Actividades
I. Enumera el orden correcto de los sucesos.
…… Los manifestantes gritaban estribillos.
…… Empezaron de nuevo a aparecer los grafitis y pintatas en las paredes de las calles.
…… Los habitantes de Hamelín fueron ante la alcaldía de la ciudad con carteles y pancartas para exigir al alcalde que pusiera fin a la plaga.
…… El alcalde dispuso que se formara un ejército para matar a las ratas.
…… Los habitantes de Hamelín se cansaron.
…… La situación preocupó seriamente al alcalde porque cada día faltaba menos tiempo para las elecciones.
II. Identifica si son falsos o verdaderos los siguientes datos sobre las ratas.
1. Se pueden reproducir a partir de los seis meses. ( )
2. Les gustan los lugares tanto húmedos como cálidos. ( )
3. No tienen pulgas, chinches ni piojos. ( )
4. Se pueden reproducir hasta dos veces al año. ( )
5. Transmiten enfermedades como salmonelosis, hepatitis, otros. ( )
Respuestas
I) 3-5-2-4-1-6.
II) 1- F 2- V 3- F 4- F 5- V