¡Después de un breve descanso, volvemos con energía a las clases! Sin embargo, para que el retorno sea exitoso debemos considerar algunas estrategias para llegar a coronar con éxito este año escolar. Iremos desarrollando algunas técnicas para procesar y comprender adecuadamente la información.
1. Estrategias cognitivas de comprensión lectora
La comprensión lectora es un sistema complejo de actividad cognitiva de procesamiento de la información, que nos permite llegar a interpretar el sentido cabal de un mensaje. Es posible mejorar la comprensión practicando algunas estrategias cognitivas como: las de focalización, de organización, de resolución de problemas, elaboración, etc.
Hoy practicaremos dos estrategias de focalización.
Algunas son: resumir el texto, reconstruir las ideas principales, diferenciar la información de los detalles. También se incluyen todas las técnicas de estudio como: tomar apuntes, subrayar, hacer esquemas.
El resumen
Consiste en identificar y extraer lo esencial de un texto. Sirve tanto como ayuda durante el proceso de aprendizaje como para repasar antes de una evaluación oral o escrita.
El subrayado
Para hacer resumen, primero, se debe utilizar la técnica del subrayado. Marcar con líneas debajo de algunas palabras u oraciones que sean destacables.
2. Lectura
2.1 Lee el texto de seguido una vez, sin detenerte.
¿Por qué no hicisteis nada para evitarlo?
José Luis Gallego
La del cambio climático está llamada a convertirse en una de las mayores traiciones de la historia de la humanidad. La de una generación, la nuestra, contra las que nos han de suceder. Estamos ante una cuestión moral más que ecológica, pues sabemos a ciencia cierta que la gran factura del calentamiento global la pagarán las generaciones futuras. A mediados del siglo pasado ya sabíamos que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) generadas por la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) estaban multiplicando su presencia en las capas altas de la atmósfera provocando el calentamiento global del clima de la Tierra. En 1988 la ONU creó el panel de expertos en cambio climático, el famoso IPCC, para seguir su evolución, evaluar las posibles consecuencias y proponer mecanismos de adaptación.
En 1990 presentaron el primer informe, en el que detallaban sus modelos de proyección climática: los escenarios hacia los que nos dirigíamos. Ya teníamos la hoja de ruta del calentamiento global: sabíamos que estaba ocurriendo, que nosotros éramos los responsables y que nos conducía al desastre. Sin embargo, desde entonces no hemos hecho más que ir a peor. Las cumbres climáticas se han contado por fracasos.
No hemos sido capaces de alcanzar ningún acuerdo ambicioso y vinculante para reducir las emisiones de gases invernadero. Y mientras tanto nos hemos convertido en la primera generación de humanos viviendo en una atmósfera con más de 400 partes por millón (ppm) de CO2 y aumentando. La situación es tan crítica que nuestro rango de prioridades ha cambiado. Ya no hablamos tanto de mitigación como de adaptación. Nuestro mayor afán es ahora contener el aumento de la temperatura media del planeta y que no se nos dispare por encima de los dos grados (uno y medio se propuso ingenuamente en París). Estamos en una nueva fase: la del sálvese quien pueda.
El objetivo principal es que lo peor no nos ocurra a nosotros. Nuestro legado no puede ser más miserable. Agacharnos para esquivarla y que la pedrada de un cambio climático catastrófico le pegue en la frente a los que vengan detrás. Esa es la cobarde estrategia que defiende la mayor parte de los actuales dirigentes políticos mundiales. Y esa va a ser la categoría moral con la que vamos a pasar a la historia, la que nos enfrentará a los reproches de quienes padecerán las consecuencias de nuestra inacción climática. Debemos prepararnos para responder, desde el sonrojo y la vergüenza, a la incómoda pregunta que nos harán cuando lo que sabemos suceda: ¿por qué no hicisteis nada para evitarlo?
Eldiario.es. Recuperado de https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/hicisteis-evitarlo_129_2199587.html
2.3. Vuelve a leer, pero esta vez hazlo lentamente.
2.4. Identifica el significado de palabras desconocidas. Lee bien el contexto para entender el sentido.
2.5. Realiza el subrayado de palabras e ideas importantes.
- Para saber qué subrayar responde las preguntas:
¿De qué se habla?
¿Qué palabras se repiten a menudo?
- Lee las palabras resaltadas en color y agrega otras palabras claves.
- Reconoce los sustantivos y los verbos que se repiten.
- Identifica los adjetivos, estos señalan la opinión del autor.
Ejemplo: Nuestro legado no puede ser más miserable.
3. Reconoce el tema principal y los temas secundarios.
Es un texto argumentativo, por tanto, busca la tesis y los argumentos que la sostienen.
¿Cuáles son las palabras que se pueden omitir?
a. Redacta el borrador del resumen.
b. Controla el borrador de tu compañero y viceversa.
c. Escribe la versión final.