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Existe evidencia fehaciente de que el consumo excesivo de bebidas alcohólicas se asocia con varios problemas de salud entre las que se mencionan:
- Lesiones no intencionales como accidentes automovilísticos, caídas, quemaduras e intoxicación por alcohol.
- Violencia que incluye homicidio, suicidio, violencia de pareja íntima y agresión sexual.
- Enfermedades de transmisión sexual.
- Embarazo no deseado y malos resultados del embarazo, incluidos el aborto espontáneo y la muerte fetal.
- Trastornos del espectro alcohólico fetal.
- Síndrome de muerte súbita infantil.
- Enfermedades crónicas como presión arterial alta, accidente cerebrovascular, enfermedad cardíaca y enfermedad hepática.
- Cáncer de mama (entre mujeres), hígado, colon, recto, boca, faringe, laringe y esófago.
- Problemas de memoria y aprendizaje.
En el Paraguay, el consumo de bebidas con alcohol está ampliamente extendido en todo el territorio, en ambos sexos y en todas las edades a partir de la adolescencia. El consumo nocivo en el país se debe a la intensidad más que a la frecuencia o a la cantidad absoluta. Otras prácticas nocivas extendidas en el país son la alta frecuencia de consumo en lugares públicos y el hábito de beber sin acompañar con comidas.
Según MSP y BS, entre el 2010 y el 2014 se atribuyen 6557 muertes por consumo de bebidas alcohólicas, debido a enfermedades agudas y crónicas relacionadas. El 81, 6 % de estas muertes corresponden a la población masculina. Entre el total de casos, 1708 corresponde a accidentes de tránsito.
Causas que confluyen en el consumo de alcohol
- La personalidad.
- El contexto social y familiar de la persona.
- El ambiente social y cultural.
- La presencia cotidiana del alcohol en las relaciones interpersonales.
- La accesibilidad y permisividad que normaliza su consumo, lo que hace que incluso se deje de percibir como una droga.
- La publicidad, que siempre asocia el consumo de alcohol a la felicidad.
- La situación laboral, entre otras.
El incremento de impuestos a drogas socialmente aceptadas como el tabaco y a bebidas con alcohol y a otros productos que dañan la salud pueden tener un impacto positivo de salud pública y a la vez recaudar más dinero para financiar políticas sociales, incluidas las de salud, educación y la Política Nacional sobre Drogas.