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Es una de las principales llaves del aprendizaje. Controla y regula los procesos cognitivos. Permite «hacer foco» cuando repentinamente hay un cambio, un estímulo, un objeto nuevo, la modificación de algún aspecto de un elemento, etc.
Los estímulos del medioambiente, con la variedad de su potencia, son determinantes externos de la atención. Un sonido de gran intensidad, un color fuerte, un olor desagradable, un anuncio móvil, la ubicación en los anuncios de prensa, otros, modifican el campo de percepción.
El cerebro, mediante los sistemas sensoriales, regula la atención de los estímulos externos y lleva a la persona a orientarse hacia algo, dejando de lado otros estímulos. Todo es un proceso de captación e interpretación del estímulo que llega. Si dicho estímulo se considera importante, mantiene la atención que puede medirse según el interés o motivación del mensaje.
Tipos de atención
- VOLUNTARIA. Mantiene el foco de nuestra conciencia.
GASTO ENERGÉTICO ALTO
- ESPONTÁNEA. Estímulo atencional novedoso.
- MÍNIMO ESFUERZO
ATENCIÓN
- SELECTIVA. Consciente. Selecciona el estímulo.
- AUTOMÁTICA. Inconsciente, responde a estímulos internos o externos.
- DIVIDIDA. Atiende a más de un estímulo.
- SOSTENIDA. Se mantiene en el tiempo.
El cerebro guarda en la memoria lo que captó su atención, y es capaz de notar y manifestar algún cambio. Por ejemplo, detalles de un objeto. Por el contrario, no recuerda aquellos que no captaron su atención. La atención se relaciona con otros procesos psicológicos, a través de los cuales se manifiesta. Un estado de motivación e interés alto ajusta el foco de la atención.
En algunos casos la motivación es una propiedad de la atención que selecciona la información relevante. La atención es uno de los factores que se asocian al buen funcionamiento de la memoria.
También influyen en la focalización de la atención:
- Las tendencias culturales.
- La personalidad.
- El estilo cognitivo.
- La edad y el sexo.
Para prestar atención
- Selectividad: dirigirse hacia la fuente de información.
- Sintonía: influencia del ambiente.
- Volumen: cantidad de información que se puede mantener con calidad.
- Ciclicidad: actividad y descanso.
- Intensidad: valor que se le asigne a la actividad.
- Estabilidad: tiempo de atención de acuerdo a la edad.
Un aprendizaje efectivo debería tener los siguientes tiempos y componentes:
- Bienvenida del docente.
- Ambiente enriquecido y estimulante.
- Inicio fuerte y eficaz.
- Clima del aula tranquilo, pero con desafíos.
- Tareas y actividades poco usuales e inesperadas.
- Actividades que contemplen los estilos de aprendizaje.
- Motivación.
- Reflexión.
- Repaso.
Fuente: JAMES, W. Revista de Historia de la Psicología, vol. 21, N.º 2-3, 2000, pp 299-304.