Las drogas (6)

El opio y sus derivados son drogas depresoras del sistema nervioso central.

Beneficios de los opioides para tratamientos
Beneficios de los opioides para tratamientosABC Color

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Dentro de los opiáceos se encuentran entre otros: el opio, la morfina, la codeína, la heroína, la metadona… Son un grupo de drogas con poder analgésico, de importancia para la medicina (al igual que las benzodiacepinas). Sin embargo, también son usadas como drogas de abuso y generan fácilmente problemas de adicción.

Son sustancias extraídas de una planta popularmente conocida como amapola, de la cual se extrae un líquido lechoso llamado opio. Los opiáceos se introducen en el cuerpo de distintas maneras: a través de la mucosa nasal, inhalando a través de los pulmones, e inyectando bien a nivel endovenoso, intramuscular o subcutáneo. A partir del opio (que también puede ser fumado, se obtiene la morfina que es un potente analgésico, la codeína, potente inhibidor de la tos y otros derivados. También se pueden fabricar sustancias semisintéticas como la heroína, polvo blanco semejante a la cocaína, pero dos veces más potente que la morfina.

El cuerpo humano tiene «su propia morfina» que funciona como los opiáceos, conocidos como opioides endógenos (dinorfina, encefalina, endorfina) y se liberan al realizar ejercicios físicos y por medio de otras actividades como la acupuntura. Cuando se consume morfina o heroína, estas van hacia los mismos receptores cerebrales de los opioides endógenos.

Otro dato importante sobre este grupo de drogas es que no todos los autores coinciden en la nomenclatura: opiáceo se puede considerar a aquellas que son extraídas del opio y opioide a aquellas que son fabricadas en laboratorios. Otros autores también hablan de opiáceos naturales, semisintéticos y sintéticos. Y opioides a las sustancias que son producidas por nuestro organismo.

Entre los efectos de los opiáceos se citan la analgesia, supresión de la tos, somnolencia, disminución del movimiento del intestino (estriñe), disminución de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial. También producen un estado de calma y contraen las pupilas, entre otros.

El uso regular de opiáceos está asociado con náuseas, vómitos, somnolencia, constipación, dificultad de concentración, y en casos de altas dosis muerte por insuficiencia respiratoria.

La dependencia a estos se instala con mucha facilidad y el síndrome de abstinencia se da con dolores generalizados, dilatación de pupilas, náuseas, vómitos, diarrea, calambres, cólicos intestinales, lagrimeo y congestión nasal. Estos síntomas pueden durar hasta doce días.

Siempre es importante tener en cuenta que algunos opiáceos de uso médico como analgésicos, se requieren para el tratamiento de enfermedades dolorosas como algunos tipos de cáncer y que en estos casos su indicación está justificada y controlada por el médico.

Fuentes: FRESCO, M y FRESCO P. El ABC Estudiantil. 2015 / https://bit.ly/3s2mep

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