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La estrategia de activación cognitiva pretende captar la atención del estudiante para luego orientarla hacia el procesamiento de la información. Es necesario, antes de iniciar una clase, detenerse en este momento y, despertar los conocimientos previos, movilizar sus procesos mentales para a partir de ahí construir los nuevos conocimientos.
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1. Frase mural
Para esta estrategia, presenta al estudiante una frase corta, ten en cuenta que la frase presentada esté relacionada con el tema y que sea lo suficientemente desafiante para atraer su atención. Dispón de unos minutos para que los estudiantes lean la frase y piensen en ella y, anímalos a expresar opiniones, ideas, comentarios y conocimientos sobre la misma. Interviene si es necesario en la observancia de las normas de interacción oral. Formula preguntas para enriquecer los comentarios: ¿Qué piensas? ¿Por qué lo dices? ¿Qué sabes sobre el tema? Verbaliza las intervenciones de los estudiantes con alguna conclusión sobre los conocimientos previos.
2. Frases incompletas
Con esta estrategia se pretende activar los conocimientos previos con frases u oraciones incompletas.
Ejemplos:
- Es…
- Sirve para…
- Se realiza…
- Su finalidad es…
- Tiene lugar en…
- Sucedió cuando…
Dale minutos para que completen las frases. Invita a tus estudiantes a formar tándem para compartir lo que escribieron. En esta ocasión pueden modificar o enriquecer lo que habían escrito inicialmente.
3. Rotafolio
Para esta estrategia necesitarás que tus estudiantes estén sentados en círculo. Entrega a un estudiante una hoja donde está enunciado el tema de la clase. Solicítale que escriba todo lo que sabe del tema en cuestión y luego que se lo entregue al compañero que está a su lado, siguiendo las agujas del reloj. Indícales que repitan esta actividad hasta que todos hayan tenido el papel en sus manos, por los menos tres veces. Al finalizar, lee todas las anotaciones de los estudiantes con relación al tema presentando.
4. C-Q-A
Es una estrategia desarrollada por Ogle (1986) (en inglés K-W-L) para activar el conocimiento previo de los estudiantes y ayudarles a determinar sus propósitos frente a los textos expositivos. Requiere que los estudiantes focalicen su atención en tres preguntas: dos antes de leer para activar el conocimiento previo y una después de leer: ¿Qué conozco sobre este tema? (C), ¿Qué quiero aprender? (Q) y ¿Qué he aprendido? (A).