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El término democracia y sus derivados provienen de las palabras griegas demos (pueblo) y cratos (poder o gobierno). La democracia es, por lo tanto, una forma de gobierno, un modo de organizar el poder político en el que lo decisivo es que el pueblo no es solo el objeto del gobierno –lo que hayque gobernar– sino también el sujeto que gobierna. Se distingue y se opone así básicamente al gobierno de uno –la monarquía o monocracia– o al gobierno de pocos –la aristocracia y oligarquía–. En términos modernos, en cambio, se acostumbra oponer la democracia a la dictadura, y más generalmente, a los gobiernos autoritarios. En cualquier caso, el principio constitutivo de la democracia es el de la soberanía popular, o en otros términos, el de que el único soberano legítimo es el pueblo.
El Estado moderno se configura como Estado de derecho, es decir, como un poder encargado de elaborar y hacer cumplir las leyes, pero también un Estado sujeto a las propias leyes establecidas. La ley debe estar por sobre las propias instituciones del Estado, estas se encuentran limitadas en sus competencias y atribuciones por la ley fundamental de la nación, es decir la Constitución nacional. Para gobernar en democracia se desarrolló la técnica de la división de los poderes en Ejecutivo, Legislativo y Judicial; de tal manera que se evitara tanto la concentración como el abuso del poder. Al distinguirse al menos tres funciones del Estado en instancias diferentes, cada una debe servir para controlar y evitar los potenciales abusos de las demás.
El pueblo debe evitar que ninguno de los poderes que gobierna fuera arbitrario o abusivo.
La democracia para existir requiere de normas, procedimientos e instituciones que la hagan posible.
Recientemente se llevaron a cabo en nuestro país las elecciones municipales, pero todavía necesitamos aprender cómo debe organizarse políticamente una sociedad moderna. Aceptamos que la democracia es la mejor fórmula de gobierno que brinda la posibilidad de convivencia y competencia civilizada y de un Estado capaz de representar y procesar los intereses de la sociedad. Sin embargo, ocurre que los participantes en las elecciones –los ciudadanos, pero también los funcionarios electorales y los propios candidatos– desconocen el significado profundo de sus acciones, lo que no solo se traduce en violar normas electorales sino, lo que es más grave, en violencia e intolerancia contra el adversario político a tal punto de atentar contra su vida.
¿Cómo podemos vivir en sociedad respetando la diversidad política? ¿Puede haber estabilidad y cambio, paz social y competencia política?
Por eso, un Estado no puede verse sometido a poderes externos o internos de cualquier naturaleza. Debe cumplir y hacer cumplir las leyes, de lo contrario no logra representar legítimamente la voluntad del pueblo y, por tanto, difícilmente podrá gobernar para el pueblo y seguiremos sin fortalecer nuestra democracia.
Fuentes: MEC. Paraguay. 2014. Programa de estudios de Ciencias Sociales, SALAZAR L. Y WOLDENBERG J. 2016. Principios y valores de la democracia. Instituto Nacional Electoral INE, México.