Cargando...
Sin embargo, cuando queremos que en verdad piensen sobre su aprendizaje (metacognición) podemos presentarles tres o cuatro preguntas flexibles, abiertas y que inviten al diálogo para que les ayude a centrar su aprendizaje en aquello que nosotros creemos pertinente. Crear una cultura del pensamiento en el aula no es una tarea que se logre de la noche a la mañana, requiere un verdadero entrenamiento preparar a nuestros estudiantes para la metacognición. Responder por responder no es la meta, responder para conocer y comprender el camino recorrido para llegar al aprendizaje es el objetivo.
A continuación, una clasificación no taxativa de los distintos tipos de preguntas metacognitivas que podríamos plantear en nuestras clases:
Con dos o tal vez tres preguntas metacognitivas, en los primeros pasos, al final del día; estaremos dándoles una herramienta a los estudiantes para reflexionar sobre sus aprendizajes.