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El tabaco es una planta, que pertenece al género Nicotiana. Esta planta tiene grandes hojas y hermosas flores, además de una gran altura, igual o mayor que la de una persona adulta. Contiene muchos químicos y cuando se quema puede llegar a contener hasta cuatro mil sustancias.
Cuando una persona enciende un cigarrillo y luego lo fuma, ingresa el humo del tabaco con todas las sustancias que contiene a los pulmones. Paralelamente, se absorbe por la sangre y allí se transporta a todos los órganos del cuerpo incluyendo el cerebro.
Aparte del hecho de fumar también existe una forma de recibir los efectos negativos del cigarrillo. Esto se conoce con el término de FUMADOR PASIVO. El fumador pasivo es aquel que respira el humo de una persona que está fumando alrededor del mismo. Y también tiene los mismos riesgos de enfermar.
Dejar de fumar es muy difícil debido a que la nicotina produce una dependencia muy fuerte. Hay personas que pueden dejar de fumar por sí solas y otras que requieren tratamientos. También hay situ aciones en donde después de dejar de fumar un tiempo se retoma el hábito.
Los componentes del humo del tabaco
Ya mencionamos que del humo de la combustión del tabaco se desprenden un gran número de sustancias (4000), pero vamos a centrarnos en aquellas cuya influencia sobre la salud del fumador (activo o pasivo), existe en la actualidad evidencia científica.
1. Alquitranes
Son las sustancias responsables de la aparición de los diferentes tipos de cánceres atribuibles al tabaquismo; entre ellas el alfabenzopireno, sustancia cancerígena que, por sí misma, genera células tumorales.
2. Monóxido de carbono (CO)
Se trata de un gas incoloro, muy tóxico, que se desprende de la combustión del tabaco y del papel que envuelve al cigarrillo.
El CO penetra en la sangre a través de los alvéolos pulmonares, y se une a la hemoglobina desplazando al oxígeno, con lo que la oxigenación de los tejidos se ve muy dificultada.
3. Irritantes
Son los principales responsables de la tos, aumento de mucosidad y del lagrimeo en los fumadores, a largo plazo son los componentes que producen enfermedades respiratorias como el enfisema pulmonar o la bronquitis crónica.
4. Nicotina
Es la responsable de la adicción. De naturaleza volátil, es la sustancia que da al tabaco su olor característico. Una vez en el torrente sanguíneo la nicotina llega al cerebro en siete segundos. La nicotina tiene una vida media aproximada de unas dos horas. A partir de este tiempo, a medida que su concentración sanguínea va disminuyendo, el fumador comienza a experimentar deseos de fumar.
Se metaboliza en el hígado y se elimina por el riñón.
Efectos del tabaco a corto plazo
- Fatiga prematura
- Mayor riesgo de anginas
- Aumento de constipados
- Tos y expectoraciones
- Pérdida de apetito
- Alteraciones del ritmo del pulso.
- Color amarillento de los dedos y dientes
- Mal olor que se desprende de la boca y del aliento.