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Orientemos a nuestros niños con el ejemplo. Es importante que en casa comamos platos nutritivos y coloridos, y apliquemos lo mismo al merendero que llevamos a la escuelita. Incluyamos siempre frutas, como bananas, manzanas o peras; un yogur y un sabroso sándwich de queso o huevo con verduras. Hagamos siempre platos atractivos, ya que la comida se disfruta comenzando por la vista y, además, al preparar comidas coloridas nos aseguramos de incluir alimentos de distintos grupos.
Nutrición balanceada y atractiva
Es importante que los chicos disfrutemos de una alimentación sana, por lo que los platos deberán ser especialmente llamativos, sabrosos y variados, para no aburrirnos y cubrir, además, todas las necesidades nutricionales.
En la semana, los niños debemos consumir lácteos, como yogur, leche y queso; también proteínas provenientes de las carnes, pescados, huevos, legumbres, entre otros; frutas y verduras y, por su puesto, cereales como los panes, arroz y las pastas en general.
Tips a tener en cuenta
Mantengamos un horario para comer en familia.
Los niños debemos involucrarnos en el proceso de preparación de los alimentos cuando sea posible.
Es necesario evitar mirar la televisión o pantallas de celular mientras comemos, así como las peleas.
La comida debe ser variada y atractiva.
Algunas ideas de desayunos
Avena con leche y banana.
Mixto de jamón y queso con una taza de leche.
Huevo duro, una taza de leche y barritas de cereales.
Tostada con puré de aguacate, un huevo pasado por agua y una taza de leche.
Panqueques de avena y banana, una taza de chocolatada sin azúcar.