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C, qu. En préstamos, se prefiere la forma adaptada con c o qu cuando es mayoritaria en el uso.
Ejemplos: caqui, cuáquero, iraquí, neoyorquino, polca, queroseno.
G, j. En los préstamos en los que la g y la j tiene un sonido parecido al de y, se recomienda adaptar la pronunciación o la escritura.
Ejemplos: banjo o banyo, júnior o yúnior, mánager o mánayer.
H. En las palabras que se pueden escribir con hache o sin ella, se prefiere la forma sin hache, con independencia del uso.
Ejemplos: ala, ale, alacena, alelí, ológrafo, sabiondo, uy.
K. En préstamos, se prefiere conservar la k en las palabras que se usan mayoritariamente con ella.
Ejemplos: alaskeño, bikini, harakiri, kamikaze, kimono.
Qa, qe, qi, qo, qu. Se recomienda cambiar las combinaciones qa, qe, qi, qo, qu en nombres comunes adaptados y macrotopónimos * a ca, que, qui, co, cu, cuando tienen estos valores.
En el resto de los nombres, se pueden conservar.
*Macrotopónimos. Entidades geográficas de gran importancia política o geográfica. El principio aplicado es que todos los macrotopónimos han de tener correspondencia castellana (o castellanizada) para uso en textos generales y periodísticos (pero no necesariamente en los especializados), en especial si la lengua de origen no se escribe en caracteres latinos.
Ejemplos: cuórum, execuátur, cuadrivio, cuark, cuásar, catarí, Catar (se prefiere a Qatar).
W. Se admite la w en préstamos, letra que se considera preferible en las voces en las que su uso está asentado. Por tanto, no se escriben en cursiva.
Ejemplos: kiwi, sándwich, web, wéstern, taiwanés, kuwaití.