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Esta iniciativa sirvió para que las mujeres de todo el país se sumaran al gesto. Ellas son las que posteriormente fueron llamadas las Residentas; estas voluntarias se habían presentado primero donando sus joyas y objetos de valor, para luego continuar con el apoyo cercano a sus hombres que estaban al frente, en el campo de batalla.
La doctora Idalia Flores de Zarza, historiadora nacional, propuso declarar el 24 de febrero Día de la Mujer Paraguaya; acompañó el proyecto la entonces congresista Carmen Casco de Lara Castro, quien presentó el proyecto de ley en la Cámara de Diputados que fue promulgada el 6 de diciembre de 1974.
La Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC) conmemora esta fecha con los datos provenientes de la Encuesta Permanente de Hogares Continua 2018 que reflejan la situación de las mujeres en el país en cuanto a su educación, empleo, ingresos y jefatura de hogar, entre otros puntos:
Las mujeres representan al 40,9 % de la población, es decir, unas 3 479 409 personas.
El promedio de años de estudio de las mujeres de 15 y más años de edad es de 10,1 años.
La tasa de empleo de las mujeres es de 54,9 %, es decir, 1 358 653 mujeres se encuentran trabajando.
Las categorías ocupacionales de mayor concentración de las mujeres son trabajadoras por cuenta propia (30,1 %), empleadas/obreras privadas (27,1 %) y empleadas domésticas (17 %).
El 32,9 % de los hogares paraguayos está encabezado por mujeres.
El promedio de ingresos mensuales de las mujeres ocupadas es alrededor de G. 685 000 a G. 2 000 000 menos que los hombres.
Para todas las valientes y heroicas mujeres paraguayas dedicamos la canción Paraguaya linda, de Mauricio Cardozo Ocampo.
Paraguaya linda
Entre las flores que engalanan mi jardín
sos la más linda, paraguaya che kamba.
Yo te idolatro, mujercita guaraní,
y entre suspiros voy diciendo roipota.
Por eso quiero pregonar en mi cantar
toda la dicha que me brinda tu querer.
Hoy más que nunca sueño ser tu compañero
y vivir siempre a tu lado, paraguaya mi porã.
De tu boca deliciosa libaré la dulce miel,
al clamar tus labios chéko nemba’e.
Formaremos nuestro nido y serás tú la mujer
compañera buena, dueña de todo mi ser.
Y si mañana llegan los rayos del sol
a nuestra dicha, con su lumbre, a reflejar.
Con mi guitarra cantaremos al amor
y a los que sufren para mitigar su mal.
No habrá tristeza alrededor de nuestro hogar,
tú siempre alegre, y yo dichoso te diré:
Cuánto te quiero, paraguaya mi adorada,
mujercita idolatrada, dueña de todo mi ser.
De tu boca deliciosa libaré la dulce miel,
al clamar tus labios chéko nemba’e.
Formaremos nuestro nido y serás tú la mujer,
compañera buena, dueña de todo mi ser,
compañera buena, dueña de todo mi ser.
Fuentes: https://bit.ly/33uHXH6, shorturl.at/hjosL.