Si se calienta un sólido, llega un momento en que se transforma en líquido. Este proceso recibe el nombre de fusión. El punto de fusión es la temperatura que debe alcanzar una sustancia sólida para fundirse. Cada sustancia posee un punto de fusión característico. Por ejemplo, el punto de fusión del agua pura es 0 °C a la presión atmosférica normal.
Si calentamos un líquido, se transforma en gas. Este proceso recibe el nombre de vaporización. Cuando la vaporización tiene lugar en toda la masa de líquido, formándose burbujas de vapor en su interior, se denomina ebullición, si la vaporización es lenta y ocurre solo en la superficie, se denomina evaporación. También la temperatura de ebullición es característica de cada sustancia y se denomina punto de ebullición. El punto de ebullición del agua es 100 °C a la presión atmosférica normal.
El proceso opuesto a la fusión es la solidificación y el opuesto a la vaporización es la condensación, ambos ocurren por disminución de temperatura o aumento de presión. El sol se encuentra en estado de plasma que consiste en gas ionizado, si los átomos del plasma se vuelven neutros al recombinarse, la sustancia pasaría al estado gaseoso.
