Todos somos diferentes y eso es perfecto

Cuenta una historia que varios animales decidieron abrir una escuela en el bosque. Se reunieron y empezaron a elegir qué enseñarían en la escuela. El pájaro insistió en que la escuela tuviera un curso de vuelo. El pez, que natación fuera también incluida. La ardilla creía que la enseñanza de subir a los árboles era fundamental. El conejo quería, de todas formas, que la carrera fuera también incluida en el programa de la escuela.

¡Juego colorido!
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Y así siguieron los demás animales, sin saber que cometían un gran error. Todas las sugerencias fueron consideradas y aprobadas. Era obligatorio que todos los animales practicasen todo.

Al día siguiente, empezaron a poner en práctica el programa de estudios. Al principio, el conejo salió magníficamente en la carrera; nadie corría con tanta velocidad como él.

Sin embargo, las dificultades y los problemas empezaron cuando el conejo se puso a aprender a volar. Lo pusieron en una rama de un árbol, y le ordenaron que saltara y volara.

El conejo saltó desde arriba, y el golpe fue tan grande que se rompió las dos piernas. No aprendió a volar y, además, no pudo seguir corriendo como antes.

Al pájaro, que volaba y volaba como nadie, le obligaron a excavar agujeros como a un topo pero, claro, no lo consiguió.

Por el inmenso esfuerzo que tuvo que hacer, acabó rompiendo su pico y sus alas, quedando muchos días sin poder volar. Todo por intentar hacer lo mismo que un topo.

La misma situación fue vivida por un pez, una ardilla y un perro que no pudieron volar, saliendo todos heridos. Al final, la escuela tuvo que cerrar sus puertas.

¿Y saben por qué? Porque los animales llegaron a la conclusión de que todos somos diferentes. Cada uno tiene sus debilidades y también sus fortalezas.

No podemos obligar a que los demás sean, piensen, y hagan algunas cosas como nosotros. Lo que vamos a conseguir con eso es que ellos sufran por no conseguir hacer algo de igual manera que nosotros, y por no hacer lo que realmente les gusta. Debemos respetar las opiniones de los demás, así como sus capacidades y limitaciones. Si alguien es distinto a nosotros, no quiere decir que él sea mejor ni peor. Es apenas alguien diferente a quien debemos respetar.

Adaptación de la fábula La escuela de los animales, de George Reavis.

Conversamos en círculo.

Todas nuestras diferencias nos hacen ser quienes somos: personas únicas.

Si alguien te tratara mal o te molestara, te insultara o se burlara por ser quien eres... ¿cómo te sentirías?

Sabías que las huellas dactilares son únicas y permiten identificarnos. Cada persona tiene una huella dactilar única e irrepetible, por lo que podemos decir que todos somos diferentes.

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