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Estamos convencidos de que ninguna causa debería justificar la matanza infantil, pero tampoco podemos juzgar libremente, sin tener en cuenta el contexto, a los que tuvieron que enfrentar la situación en la que estaba nuestro país.
Con esa idea presente, recordemos con respeto el sacrificio de aquellos pequeños, y comprometámonos a seguir luchando porque ningún niño paraguayo sea vulnerado en sus derechos fundamentales.
¡Feliz día, niños de mi patria!
Capacidad
Comprende diversas posturas acerca de un tema controversial .
Actividad inicial
Reconocimiento de las ideas previas del alumno.
Describe la imagen.
Comparte con tus compañeros lo que ves y sientes al contemplar esa escena.
Observa la imagen y describe lo que ves y sientes ante la escena.
Actividades de lectura
Lee con atención los textos propuestos.
Texto 1: Letra de una canción
ACOSTA ÑU
Allá en mi tierra, bordeando el monte
se extiende el campo de Acosta Ñu.
Llano florido que en su silencio
recuerda aquella guerra guasu.
II
Cruzan sus valles, viejas trincheras,
llenas de gloria tradicional
como el setenta se alzan las sombras
de aquellos bravos del Paraguay.
III
Yo quisiera cantarte tu heroico pasado
la gran epopeya de un pueblo viril
pedacito de tierra color de esperanza
reliquia de gloria y honor guaraní.
Jukyry va surcando tu valle dormido
cual mudo testigo de tu kurusu
y en cien luchas tenaces la cruel resistencia
pusieron los héroes de tu Acosta Ñu.
IV
Pechos de acero y corazones
escalonaron py’a guasu
y hasta los niños su sangre joven
dieron en aras de Acosta Ñu.
V
Niños y ancianos todos cayeron
al juramento de antes morir
solo una cosa quedó en su puesto
la raza heroica del guaraní.
Música: Emilio Biggi
Letra: Federico Riera
Texto 2: Artículo de opinión
¿Mártires o víctimas?
Nuestro Día del Niño Paraguayo está teñido de sangre. Es la recordación del sacrificio de aquellos que tuvieron que pelear en Acosta Ñu, y ser masacrados por las tropas brasileñas. Estos pequeños combatientes, ¿son héroes mártires o víctimas de una guerra despiadada?
Para responder, en primer lugar, veamos qué significa ser mártir. Este sustantivo viene del griego martyrion que significa «muerte o tormentos por causa de una religión o unos ideales». Considerando que estos «soldados» eran menores, es difícil creer que conceptos abstractos como el ideal de libertad o soberanía, hayan sido sus motivaciones para participar de una contienda. Estaban en la etapa especial de formación de identidad; pudieron haber sido influenciados por factores como el miedo a desobedecer órdenes, el espíritu de supervivencia o la presión de sentirse adultos para suplir a los hombres paraguayos, que estaban casi todos muertos en 1869.
Chiavenatto (1984) en su libro Genocidio americano dice «Los niños de seis a ocho años, en el fragor de la batalla, despavoridos, se agarraban a las piernas de los soldados brasileños, llorando que no los matasen». Esta cita nos lleva a imaginar el miedo, el dolor, que no fueron dimensionados, y nos hace dudar hasta qué punto es genuina la decisión de ser héroes mártires. ¿Tenían acaso otra opción? ¿Podían decirle no a López?
En segundo lugar, recordemos el contexto, porque no podemos asomarnos a la historia solo desde mirada del presente. El Paraguay estaba devastado. Los soldados brasileños, comandados por el Conde D’Eu, incendiaron las malezas cuando las madres vinieron a rescatar a sus hijos; y los heridos cayeron inmolados por las llamas. El mismo Sarmiento (1970) declaró al finalizar la guerra «Si hemos vencido fue porque hasta los niños paraguayos hemos matado».
Lo anterior nos lleva a concluir que nuestros niños fueron víctimas de la deshumanización extrema al que conduce una guerra. No consiguieron piedad de su patria y menos del ejército invasor. Lo dijo Rosenblat (1983) en su libro Los niños de la guerra: «La guerra es una mentira moral, pero una mentira que todos compartimos». Es nuestro compromiso recordar, porque la memoria es la única defensa ante cualquier perturbadora amenaza de repetición de los hechos tristes de nuestra historia.
Perla Elizeche Ávalos
Actividad de poslectura
En el texto 1 los niños son vistos como héroes. Identifica las razones que sostienen esa mirada.
El texto 2 cuestiona en tono triste la participación y victimización de los niños en la guerra. Identifica los argumentos que sostienen esa postura.
¿Con cuál de los puntos de vista estás de acuerdo? ¿Por qué?
Comparte tu postura en un cartel que sirva como homenaje a los niños.