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La última esperanza que les queda a los florideños este año es que El Niño les permita habilitar sus playas y atraer con ella a los turistas durante la Semana Santa.
Este verano, solo la municipalidad de Villa Florida dejó de percibir casi G. 600 millones en forma directa, en concepto de entradas a las playas Camping Paraíso y Camping Caracol, cuyo costo es de G. 10.000 por persona, además de otros G. 20.000 por noche para acampar. “Por la crecida del río no pudimos habilitar las playas, y el impacto económico fue negativo para la municipalidad y comunidad”, señala el intendente, Michel Flores. Las divisas que dejaron de entrar a Villa Florida suman más de G. 1.000 millones, según se estima.
La gran expectativa está centrada en la Semana Santa, en la que se prevé habilitar una de las playas que, actualmente, se encuentra funcionando en un 50% por falta de mejoras en los servicios.
La localidad cuenta con 220 camas distribuidas entre cinco establecimientos hoteleros. Carlos Almada, gerente del hotel Turismo Villa Florida, cuenta que hace tres años la empresa IPC SA tiene la concesión de este alojamiento que pertenece a la Secretaría Nacional del Turismo (Senatur).
El emprendimiento está en proceso de reestructuración, cuenta con 20 habitaciones más una suite, aunque hasta ahora —según Almada— no se aprecia el retorno de la inversión. Habla de la necesidad de generar atractivos turísticos en la ciudad más allá de la playa, porque, de lo contrario, Villa Florida muere durante la mayor parte del año.
Hospedarse en el sitio varía entre G. 250.000 y G. 650.000 por noche, dependiendo de la cantidad de camas que se requieran. “En verano, la ocupación de los fines de semana fue del 60%, pero durante la semana estuvo vacía”, explica.
El parador del Touring y Automóvil Club Paraguayo no se vio afectado por la crecida del río. Andrés Etter, propietario del restaurante con capacidad para 400 personas, cuenta que su mayor clientela es la de paso. "El 90% de los clientes es de ruta, cuando la gente va a Encarnación para acá y de regreso también", admite. El negocio atiende de 6:00 a 00:30 y emplea a 40 personas de forma directa.
El rubro de chipería está en riesgo, debido a que el puesto del peaje que está en la zona de venta pasará a Caapucú, lo que dejaría a 70 familias sin un puesto seguro en el cual comercializar su producción.
Pescadores
300 familias florideñas viven de la pesca, según René Fernández, presidente de la Asociación de Pescadores y Afines de Villa Florida. Además, hay pescadores ocasionales que por temporada se dedican a esta actividad. “Lastimosamente, la cifra de pescadores va creciendo año tras año, porque hubiésemos querido que vaya decreciendo, pero al no haber alternativa laboral, aumentan”, expresó.
Pero no solo del turismo vive Villa Florida. El municipio también cuenta con un campo comunal de 1.700 ha donde trabajan 110 pequeños productores. “Es una chacra grande que tiene la comunidad, con título del municipio, pero explotado por los vecinos”, cuenta el intendente.
150 familias se dedican en forma directa a la producción de ladrillos, cuyo principal mercado es la localidad de San Juan, en Misiones.
G. 60.000.000 cuesta un terreno si se compra de un tercero, en tanto que si se adquiere de la municipalidad, está entre G. 1.000.000 y G. 2.800.000.