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Superar el primer año es uno de los grandes retos para toda pequeña empresa que busca insertarse en el mercado. Según Luis Duarte, uno de los directivos de la agencia de publicidad White, proyectarse a largo plazo es clave.
Dice que White comenzó con el capital más importante: “Ganas de hacer cosas y aprendizajes previos. Nuestro capital inicial fue mínimo en comparación a las expectativas de nuestro trabajo; eso nos llevó a esforzarnos el doble para cumplir, entendiendo que nuestras credenciales profesionales siguen siendo hasta hoy nuestro principal activo”, asevera.
Más que cuestiones técnicas como un plan de negocio o plan de acción, el éxito reside también en los valores de los colaboradores. “Confianza, compromiso, entrega y capacidad para decodificar nuestra intención, y de sumarse alineados a la misma y grata coincidencia del ‘yo quiero’, volcados al servicio de la comunicación publicitaria”, afirma.
El otro director es José Bogado, quien ratifica que la experiencia en el ambiente publicitario les abrió paso. “Apostamos a trabajar de cerca con los clientes y damos a las empresas, del tamaño que fueren, la atención que reciben las grandes corporaciones. Sin grandes estructuras, nuestro enfoque nos permite ser flexibles”, acota.
Las cosas se van dando poco a poco. Empezaron con dos colaboradores y hoy son más de doce. Inicialmente, bastó una oficina en el centro, pero la demanda de servicios les llevó a incorporar más gente y se establecieron en una sede más amplia, ubicada en el barrio Carmelitas de Asunción.
El entusiasmo por progresar no cesa. “Estamos ‘haciendo’ una agencia día a día. Queremos consolidarnos y proyectar mejoras en las nuevas oficinas en pos de un mejor producto creativo, diferente y efectivo”, explica Duarte.
Como en cualquier firma, el directivo de White indica que en el primer año es necesario poner mucho corazón. Pero, puntualmente, en publicidad, el amor a lo que uno hace es fundamental. “Hay que tener mucho aguante. Esta es una profesión que a la larga termina expulsando a improvisados e informales; se nota la migración a otras áreas de aquellos que solo quieren servirse de la publicidad para ‘ser otra cosa’. Por eso, a los nuevos colaboradores les pregunto: ‘¿Qué sos mientras estás acá?’. Es en su respuesta donde estará su cabeza y corazón todo el tiempo”, sostiene Duarte.