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También es conocido como huautli y el inicio de su cultivo en América data de siglos atrás, pues algunos pueblos lo consideran una planta sagrada. La práctica de siembra en el Paraguay es muy reciente, con proporciones experimentales en localidades del Chaco y San Pedro. Firmas locales ya mostraron interés en su procesamiento. Productores de Isla Po´i, Chaco, y de Gral. Aquino, San Pedro, emprendieron las pruebas; en el segundo, lo hicieron con una plantación de una hectárea, cuyo promedio de rendimiento es estimado en 1000 kg y el ciclo de maduración de tres a cuatro meses. La empresa paraguaya Arasy es una de las pioneras en industrializar el amaranto desde mediados de 2014. De momento, su producción apunta al mercado local, pero alista su plan de exportación, considerando que el mayor porcentaje de consumidores de la hierba se centra en el mercado exterior.
Se comercializan las semillas, en presentaciones de 200 g y la distribución está a cargo de Hierbapar (del mismo grupo de Arasy). Al respecto, Fernando Stadecker, responsable del área de exportación de Arasy, explica que antes de la venta nacional enviaron muestras para su análisis en Europa, a fin de conocer las condiciones de calidad, tamaño, color y saber si cumplen las exigencias de consumo.
“A nivel mundial es muy demandado. Por ahora, estamos desarrollando para el mercado interno”, precisa el empresario e indica que este año procesaron 10.000 kg de amaranto, producido por agricultores del interior del país con los que vienen trabajando.
Observando el buen resultado obtenido con las semillas estudiadas por especialistas europeos, dice, verán la posibilidad de encontrar compradores finales en Europa y EE. UU. “Internacionalmente exigen un volumen equivalente a 25.000 kg para comenzar, y se trata de grandes cantidades con las que aún cuentan en el Paraguay”, puntualiza Stadecker. El ingeniero Jhanny Dueck, quien participó de las pruebas de campo de amaranto en Isla Po´i —específicamente en microparcelas—, cuenta que lo hicieron para conocer el rendimiento que se puede llegar a alcanzar localmente, y que aún es prematuro pensar en un cultivo masivo. “Su rendimiento aún no es alto, pero hay que ver cómo se desenvuelve el mercado y los precios que le asignan”, añade.
El amaranto puede aprovecharse en hojas o granos, pues es fuente de proteínas, vitaminas y minerales. Su consumo general se aplica a dietas alimentarias, en condimentos, y es recomendado ante cuadros de estreñimiento.
Consumo
El modo de uso que puede darse al amaranto es variado, debido a que es un cereal especial para la elaboración de guisos, pastas, panificados y sirve como relleno para postres varios. Los profesionales en nutrición recetan su consumo (así como la chía) y también los veganos lo eligen por sus valores nutricionales.
emilse.rolon@abc.com.py