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Las dunas de San Cosme y Damián son las más conocidas de la zona desde que el turismo interno se puso de moda. A 40 min en lancha se encuentra esta belleza natural ubicada en medio del río Paraná, que muchos estiman se extinguirá por efectos del viento. Esta posibilidad es una preocupación para los lugareños, pero a la vez resulta beneficiosa, debido a que los turistas llegan masivamente interesados en ver aquello que se cree que desaparecerá.
Pero no solo la montaña de arena es el atractivo de esta pequeña localidad que tiene poco más de 7000 habitantes. La Misión Jesuítica Guaraní de San Cosme y San Damián y el Centro de Interpretación Astronómica Padre Buenaventura Suárez también lo son. La habilitación del segundo, en 2010, produjo que la cantidad anual de visitantes registrada hasta 2009 se disparara de 2000 a 10.100. En 2011, esta cifra ascendió a 14.000; en 2012, a 15.500; en 2013 a 15.800, y en 2014 llegaron 16.200 visitantes.
En enero, 3800 personas arribaron al distrito de San Cosme y Damián, situación muy auspiciosa para sus pobladores, ya que lo ubica como un destino turístico consolidado, con todos los servicios que ofrece, y un solo día no basta para disfrutar del lugar, según Rolando Barboza, funcionario de la dependencia local de la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur).
Para argumentar lo señalado, destaca que también se puede concurrir a la reserva de recursos manejados Aguapey, situada a 5 km de la ciudad, y aprovechar el avistaje de aves, orquidario, la cantera jesuítica, puentes colgantes, entre otros. El predio cuenta, además, con una estación de piscicultura, en la que se crían alevines de especies nativas del río Paraná, y la reserva Guasu Puku, dotada de guías. Todo esto es propiedad de la Entidad Binancional Yacyreta.
Como hay que ir con intenciones de fijar estadía al menos por más de un día, las familias sancosmeñas fueron capacitadas por la Senatur para hospedar en sus casas a quienes lo necesiten, lo que dio nacimiento a las posadas turísticas. Lelia Carvallo de Ayala, presidenta de la Asociación de Prestadores de Servicio, Posadas y Restaurantes de San Cosme y Damián, especifica que disponen de nueve posadas y 130 camas, y además de una cómoda habitación proponen comidas tradicionales para el desayuno y el almuerzo.
Sustento. La pesca, la agricultura y la ganadería son otras importantes fuentes de ingreso de las familias rurales de la localidad, comenta el intendente municipal Denis Galeano. Hay unos 600 pescadores, 60 personas dedicadas al cultivo de yerba mate, otros tantos tomateros. Asimismo, más de 20.000 ha de cultivos de arroz. Igualmente, mucha gente vive de las remesas de parientes que emigraron a otros países.
En verano, las personas acuden seducidas por la dunas, mientras que durante el resto del año van los alumnos de colegios a visitar las Misiones Jesuíticas, menciona Luis Caballero, quien hace cinco años traslada a turistas desde Asunción y otras zonas hasta el departamento de Itapúa.
G. 185.000 diarios por persona se gastan como mínimo en San Cosme, entre alojamiento, comidas, entradas y paseos por los atractivos del lugar.
G. 600.000 cuesta el viaje en lancha hasta las dunas, por lo que para grupos de 10 personas el precio del pasaje es de G. 60.000 cada uno.