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Un buen plan de negocios fue el puntapié que permitió a un conjunto de amigos adentrarse en un rubro altamente competitivo 20 años atrás. Mediante un pequeño aporte, las 200 personas que formaban parte de esa iniciativa pudieron reunir un millón de dólares y fundaron el Restaurante Mburicao SA.
En ese periodo hubo situaciones de altas y bajas, recuerda uno de sus socios fundadores, el empresario Néstor Filártiga, quien relata que, en la actualidad, el restó se mantiene con 193 accionistas, entre nacionales y extranjeros. “En ese momento significaba un monto importante para desarrollar un proyecto de esta naturaleza”, expresa.
Resalta que Mburicao es uno de los pocos sitios que logró permanecer en las últimas dos décadas, enfocándose siempre en prestar un servicio diferencial. “En ese momento (1995) eran contadísimos los lugares con este concepto, pero la venida del chef internacional Francis Mallman repuntó el servicio”, menciona Filártiga, al citar a Mallman y Rodolfo Angenscheidt como los dos referentes de la cocina que tuvo el Mburicao.
“Existe una estadística internacional, según la cual el 66 % de los negocios gastronómicos cierran antes de cumplir los dos años, y aquellos que llegan a los cinco son los que logran asentarse y permanecer en el tiempo”, recalca.
Para el empresario, esta industria es un examen constante con cada comensal como examinador de experiencias. Por eso, refiere, invierten en modernas maquinarias y en la formación de sus talentos. “El centro del negocio es el cliente, que merece ser bien atendido siempre. A esto le sumamos el ambiente cálido con el que contamos, a fin de brindar un servicio completo”, destaca.
Considerando que se están sumando jugadores al sector gastronómico local, el emblemático Restaurante Mburicao entrará en una fase de remodelación total en su actual ubicación, localizada en la calle Prof. Antonio González Rioboo, apuntando a lanzar nuevas propuestas y adaptarse, de esta manera, a la exigencia del público.
“Estamos viviendo una explosión de la oferta en gastronomía en toda la ciudad. Desde la asociación de restaurante, tenemos la perspectiva de que el sector seguirá creciendo en los próximos años”, puntualiza.
Diseño. Otro dato que subraya Filártiga se relaciona con las instalaciones del Mburicao, construidas con estilo único para presentar el servicio, distinguiéndose de otros puntos del buen comer cuyas sedes corresponden a viviendas reacondicionadas. “Nuestra idea es que a futuro sean los hijos y nietos de los accionistas quienes administren y sustenten la marca Mburicao”, señala.
El restaurante se caracteriza, además, por disponer de 30 variedades de platos principales, 11 de entradas, ocho de pastas, nueve alternativas de postres, seis tipos de aperitivos, entre otros. Con una capacidad para 120 personas, cuenta con estacionamiento para 30 vehículos y recibe mensualmente un promedio de 2500 comensales.
Filártiga afirma que en Mburicao se puede comer rico y a buen precio, y que la fama de “restaurante costoso” que se le atribuye no se ajusta a la realidad. “No somos el más caro, porque los precios están establecidos con criterios serios y que dependen del mercado proveedor”, indica.
Por otra parte, Mburicao también cuenta con la concesión del servicio gastronómico del club Centenario, específicamente para su restaurante Cincuentenario, el Gran Bar y la sala de juegos, cuya dirección está a cargo del chef ejecutivo Javier Rocca. Con todas estas unidades, el restaurante da empleo directo a 60 colaboradores, los que hacen posible que la marca esté vigente en la mente tanto del público interno como extranjero que lo visita.
Los números del sector
La industria gastronómica sumó 880 alternativas entre el 2012 y 2015, mientras que, a la par, registró el cierre de 594 puntos de comidas, esto puntualmente en Asunción. Las cifras forman parte de un estudio encarado por la Asociación de Restaurantes del Paraguay (Arpy), que también maneja la apertura de 20 nuevos emprendimientos prevista para el 2016, solo en la capital.
emilse.rolon@abc.com.py