Cargando...
Las subastas de inmuebles, con y sin edificaciones, son casos no muy frecuentes en el sector público, no así en el privado, en el que el índice de morosidad por parte de clientes sigue alto y las propuestas se publican muy a menudo. Lo explica el Dr. Fernando Andrés Beconi, director de Beconi y Asociados, consultado sobre el comportamiento de los remates inmobiliarios, acción por la cual se oferta un inmueble recuperado o cedido como forma de pago.
El sector bancario concreta una cantidad importante de remates, en su mayoría derivados del incumplimiento de pago de las cuotas correspondientes a préstamos hipotecarios; es decir, el cliente dejó de abonar por cierto tiempo, a consecuencia de lo cual el banco toma posesión del bien y lo vuelve a comercializar.
“Se dan en varios casos, pero los más subastados son los inmuebles. Hay que entender que se enmarca en un reclamo hecho por entidades financieras, cooperativas, municipios y otros, ante el incumplimiento de determinada obligación”, sostiene Beconi.
Se cita al no pago prolongado del impuesto inmobiliario como una de las causales principales de un remate, explica Wilson Martínez, director de recaudaciones de la Municipalidad de Asunción. Previa notificación al contribuyente moroso y tras un proceso judicial finiquitado, el inmueble es puesto a la venta a un precio final que, generalmente, equivale a la deuda acumulada, al valor fiscal o al catastral.
“Son atrasos en pagos de impuestos de más de cinco años que ameritan una acción. Una vez agotadas las instancias, incluyendo las judiciales, se efectiviza y se expone el remate”, manifiesta Martínez, añadiendo que de los 140.000 contribuyentes asuncenos, el año pasado se notificó a 51.000 por faltar a su obligación tributaria. También, habla de la posibilidad de fraccionar la deuda para evitar una subasta. “Se les ofrece alternativas, pero no existe respuesta positiva de su parte. Los más incumplidos son aquellos propietarios de inmuebles ubicados en el microcentro”, subraya.
Para conocer las cifras, Martínez señala a través de un informe que, en concepto de Impuesto Inmobiliario, la comuna asuncena recaudó G. 155.979.032.790 durante el periodo 2013, mientras que en el 2014 registró ingresos por G. 163.248.371.700.
Como referencia, el año pasado la comuna anunció la subasta de 70 propiedades (viviendas, edificios y algunos baldíos) que disponen de sentencia fija, y que corresponden a individuales y sociedades. De esta cifra, unos 10 fueron rematados.
Primera experiencia. Cabe destacar que el Ministerio de Hacienda hizo su primera subasta pública de inmuebles en diciembre de 2014, cuando se pusieron en venta 81 propiedades de todo el país. Fueron adquiridas 37 y la recaudación ascendió a G. 3014 millones.
Estos inmuebles habían sido cedidos a Hacienda en forma de pago por impuestos, especialmente de renta, por parte de particulares y empresas, apunta Natalia Palacios, directora administrativa de esa cartera estatal. “Son bienes ociosos que fueron quedando en materia de pago y algunos propios del Estado, que generan mucho gasto de mantenimiento”, expresa. La funcionaria añade que a la institución le conviene cobrar en efectivo al contribuyente, en caso contrario, recibe bienes como forma de pago. “El remate no es un negocio rentable para el Estado. Lo ideal es que el contribuyente esté al día con su compromiso”, acota.
Planteamiento. En la primera subasta de Hacienda fueron expuestos inmuebles asentados en los departamentos Central, Cordillera, Caaguazú, Central, Guairá, Misiones, Amambay, San Pedro y Paraguarí. Este año, el ministerio volverá a plantear dicha acción, informaron desde la Dirección Administrativa. Tras la evaluación de un equipo técnico, la nómina de propiedades ofrecidas se publica en la página web institucional con el detalle de la ubicación de la finca, dimensión, monto, entre otros datos.
163.248.371.700 recaudó la Municipalidad de Asunción en concepto de impuesto inmobiliario durante el 2014.
81 inmuebles subastó el Ministerio de Hacienda en diciembre de 2014, de los cuales 37 fueron vendidos.