Maturana: Cómo se hace un líder

El liderazgo visto desde la colaboración y la coinspiración, con reglas como amar, cocrear y escuchar, es parte del mensaje que dejaron el biólogo Humberto Maturana y la epistemóloga Ximena Dávila. Destacaron la ventaja del Paraguay como país de poca población.

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Con una sencillez deslumbrante, Humberto Maturana (HM), de 86 años, una de las mentes más destacadas de nuestros tiempos, junto con Ximena Dávila (XD), investigadora y docente, ambos chilenos, llegaron al diario un día antes de hablar ante un auditorio de más de 400 ejecutivos y empresarios locales, en el Foro Liderazgo. En esta entrevista, un resumen de una conversación de casi una hora con los fundadores de la Escuela Matríztica de Santiago, que hace 15 años buscan “contaminar con el virus de la reflexión”, como ellos mismos dicen.

¿El líder nace o se hace en el camino? HM: Se hace en la familia, porque es un modo de relacionarse. Uno aprende desde pequeño en su casa, con su mamá, su papá, ya sea pareciéndose a ellos o diferenciándose. Además, los líderes son sostenidos por los liderados. Uno no es líder desde sí mismo, pero requiere de cierta predisposición de actitud básica para relacionarse. XD: Podríamos hablar de dos tipos de líderes. El líder que se hace a propósito de vivir en una familia amorosa, donde se ha transformado en un ser autónomo, que toma decisiones, con autonomía reflexiva y acción. Alguien así, en cualquier lugar que trabaje, será creativo, con capacidad de transformar el mundo. Es el líder que se transforma y es reconocido por sus pares como alguien que invita, que inspira y no obliga. Está el otro tipo de líder, que domina, dirige, que quiere ser líder, marcar un precedente, que las personas hagan lo que él quiere que hagan; se designa líder a sí mismo y controla a las personas.

¿Todos podemos ser líderes? XD: Todos los seres humanos somos igualmente inteligentes, en tanto la inteligencia es la plasticidad conductual ante un mundo cambiante. Salvo que hayas sufrido problemas al nacer, algún daño neurológico o desnutrición. Si, además, te formás en una familia que te ha dado todas las herramientas… Nos enfocamos a ese líder que surge porque los otros lo reconocen como una persona que inspira, que acoge.

¿Cómo se prepara a un niño para ser líder? XD: Hay que entender una ley sistémica. Lo fundamental para que el niño sea un ser autónomo, con conciencia reflexiva y ética, es que ese niño se transforme en la convivencia con adultos coherentes, que le explican el mundo que viven. Ese niño resultará un ser ético, democrático, responsable y autónomo. HM: El tema es que este ser que otros van a tratar como líder se conduzca dándose cuenta de la circunstancia y proponga acciones que resulten adecuadas a ese momento. Los otros ven eso y se sienten inspirados por esa persona. Todos lo podemos hacer en distintas circunstancias, si podemos actuar desde nosotros mismos en la responsabilidad de hacernos cargo de lo que hacemos. XD: La diferencia entre un evangelista y un santo es que el primero evangeliza y convence; el segundo, inspira.

El Paraguay está sin líderes, sobre todo, políticos. ¿Cómo ven el futuro de una nación que se ve huérfana de líderes? XD: Considerando a la persona que inspira y seduce, debemos preguntarnos cómo estamos haciendo lo que estamos haciendo, de modo a que no hay personas que inspiren a otros. ¿Cómo estamos haciendo lo que hacemos en el ámbito de la educación? ¿Qué educación estamos dando en los colegios y universidades a nuestros niños, niñas y jóvenes, y qué educación están recibiendo en la familia? HM: Podemos mirar una sociedad de clases y estar conformes con eso. En el momento que aparece algo que uno quiere cambiar, aparecen las conversaciones sobre qué hacer. Y es allí entonces cuando aparecerá alguien que proponga una salida, y los otros lo seguirán según sean inspirados. En este momento, la historia muestra mucho esto de que se requiere autoridad para que las cosas se hagan, porque si no la gente es apática. Significa que no hay coinspiración. Si queremos una convivencia armónica, en la que las personas tengan dignidad, se respeten y colaboren, la autoridad, en términos de dominación y exigencia, no sirve. Hay que inspirar de otra manera.

¿Cómo nos afectan como seres vivos el exitismo, el progreso y la competencia que nos exigen? XD: La competencia solo pertenece al mundo humano. La biósfera no compite. La competencia es un hecho absolutamente cultural, que tiene que ver con todo el trasfondo darwiniano, según el cual sobrevive el más apto. Y desde la deriva natural, desde la biología cultural, decimos que sobrevive el apto, aquel que conserva su vivir en coherencia con su nicho, con el mundo natural que lo acoge y lo hace posible. Hemos puesto la noción de competencia en nuestro modo de relacionarnos. Entonces, si les decimos a los niños y jóvenes "tenés que ser exitoso, tenés que competir", pero, por otro lado, no hay personas que inspiran, tenemos personas exigidas, orientadas a un resultado y no a un proceso. Si uno enfoca a los jóvenes al resultado del éxito, la competencia y ser mejor unos que otros, las personas se desaniman y, por lo tanto, no inspiran a otros. Cuando competís, ponés tus logros con relación a otro, en vez de ocuparte de cómo hacés las cosas en tu empresa, en tu organización. Si las personas están felices, si están dando un buen producto, siendo eficientes, relacionándose bien, como resultado de una empresa que se relaciona coinspirativa y colaborativamente, tendrán un buen resultado y serán distinguidas como exitosas. HM: Hacer las cosas bien significa no solo hacer bien lo que se hace, sino el contexto en el cual eso tiene sentido.

¿Cómo ven al Paraguay, en ese contexto? XD: Hay algo que para el Paraguay es una gran oportunidad, que es aún un país chico, son pocos habitantes, es más manejable, podemos hacer las cosas de mejor manera. El Paraguay es un país en el que se puede tener personas que inspiren, si educamos bien. Podemos tener organizaciones que serán muy exitosas porque hacen bien las cosas. HM: El Paraguay es grande en territorio y la población no está amontonada, hay espacio que sería fuente de bienestar para todos, si la población no crece demasiado. Pero para que eso sea así, uno debe querer eso, que el bienestar se extienda a todos, y sobre todo si el país no está agotado, no están las tierras ya completamente cultivadas. Si sigue creciendo la población, va surgiendo pobreza. XD: Porque uno de los grandes desastres ecológicos en este momento que enfrenta la humanidad es el crecimiento exponencial de la población no armónica.

Cuando hablan de la educación, ¿se refieren a la del hogar o la del colegio? HM: Si nos esforzamos en formar profesores con conciencia ética y entendimiento en el fundamento biológico cultural desde el humano, en el aula tendremos una relación alumno-profesor que generará ciudadanos con raíces locales, pero a la vez ciudadanos del mundo. Si tenemos un colegio con profesores formados, que formen niños autónomos, reflexivos; como consecuencia, la familia también se transformará, porque es sinérgico, es frente de onda. Si tenemos lugares donde los niños se van a formar, incluimos al apoderado para que haga ciertos trabajos con los niños, que se hagan preguntas, conversen, el país cambia. Porque la diferencia de los seres humanos y otros seres vivos es que somos seres reflexivos que conversamos y podemos generar mundos nuevos.

¿El cambio debe hacerse de abajo para arriba? XD: Desde todas partes. Si tenemos un CEO o un nivel gerencial de la compañía, con conciencia de cómo está haciendo lo que está haciendo, va a permear a sus trabajadores y a las familias de esos trabajadores. Si además tenemos profesores con conciencia social ética en el aula, eso también va a permear en la familia y, por lo tanto, en el país. Hay dos grupos potentes: uno en las escuelas y otro en las empresas, los gerentes que tienen poder de decisión.

¿Qué trabajan ustedes desde la Escuela Matríztica de Santiago? XD: La ocupación de la escuela está en el área de educación, en la formación de profesores con conciencia ética, y de la clase de seres vivos que somos, en las organizaciones. Vamos a una empresa y primeramente escuchamos al CEO y su nivel más cercano en la jerarquía, para conocer la problemática que se vislumbra en la organización. En ese caso, generamos un plan al que llamamos mapa sistémico dinámico, para poder escuchar a las distintas personas que conforman la organización, porque una cosa es lo que los gerentes escuchan y ven, y otra es lo que pasa con las personas que están en otro nivel. Luego armamos un proyecto, lo conversamos con el gerente general y su equipo, para ir haciendo distintos seminarios o talleres en conversaciones en los distintos niveles de la organización. Enseñamos a conversar habilidades conversacionales, a escucharnos. Uno nunca puede especificar lo que el otro escucha, y entonces, ¿cómo me relaciono con mis trabajadores? Tenemos un curso en enero en matríztica en Santiago de Chile, que es un seminario de tres días, en el que hablamos sobre las bases de este entendimiento.

La convivencia de distintas generaciones en las empresas genera controversias, porque la generación y/o Millennials difiere de la de sus padres o patrones. ¿Cómo creen que debería ser el trato con esta nueva generación? XD: La generación joven no quiere hacer lo que sus padres hacían, quieren estar más con sus hijos, verlos crecer. La coexistencia de distintas generaciones no tendría que ser un problema para una organización, si esta sabe cómo tiene que hacer las conversaciones. Las generaciones más jóvenes pueden aprender de la experiencia de los mayores, y los mayores, si se abren a conversar y escuchar, pueden aprender del nuevo mundo que traen las nuevas generaciones. Lo que sí pasa, tanto en las generaciones mayores como en las más jóvenes, es que el mundo de las redes sociales ha cambiado, la tecnología ha cambiado el mundo.

¿Cómo aprovechamos internet y las redes sociales? XD: Atiendo a familias, porque hago conversaciones liberadoras con consecuencia terapéutica, y los padres me cuentan que sus hijos pasan todo el día en el computador, en los juegos, y yo les pido que se pregunten cómo están viviendo en la familia, de modo que su hijo prefiere estar en los juegos ante que conversar con ellos.

¿Y qué hacemos con la tecnología? XD: No hay que quitar la tecnología, hay que enseñar a que la usen bien, porque llegó para quedarse. No gano nada cortando internet, quitándoles el computador.

¿Qué exactamente es el concepto de la autopoiesis que usted acuñó y que tuvo tanta repercusión a nivel mundial y en distintas disciplinas? HM: Lo único que hace la noción de la autopoiesis molecular es mostrar la naturaleza del fenómeno del vivir. XD: El vivir es la dinámica de la autopoiesis molecular; en el momento que esa dinámica se detiene, el organismo se muere. O sea, la autoproducción de nosotros mismos. HM: Eso ha tenido interés porque ha sido una idea inspiradora, pero no se puede extrapolar, los seres vivos son eso. XD: Por eso hablamos de los fundamentos biológicos culturales del humano; es decir, entender nuestra hechura es fundamental para entender el mundo del lenguaje, las conversaciones, la educación. Nacemos como seres amorosos en la confianza de ser amados, queridos, y no de ser traicionados. Si un niño pudiese hablar al nacer, diría: “Si ustedes me aman, si ustedes me quieren, me nutren, me cuidan, seré un adulto autónomo, ético, responsable y democrático”.

silvana.bogarin@abc.com.py

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