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La papaya, más conocida entre nosotros como mamón, es uno de los frutos de mayor consumo mundial, afirma el ingeniero Gilberto Chávez, del Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA), quien sostiene que el número de productores interesados en su cultivo va en ascenso debido a la buena rentabilidad que arroja.
El profesional considera que las fábricas de dulces son sus mayores compradoras, secundadas por los supermercados y locatarios de los mercados municipales, quienes tienen a su cargo la venta directa o mayorista del manjar. El precio promedio por caja ronda los G. 25.000, mientras que unitariamente se ofrece desde G. 6.000/kg en adelante, conforme con la lista del mercado Abasto Norte, localizado en Limpio. No obstante, las dulcerías consiguen la fruta desde G. 1.000/kg en sus respectivas zonas.
Si bien no existen documentos estadísticos respecto a lo que representa la producción neta en términos territoriales, el especialista en fruticultura explica que una planta de mamón genera anualmente entre 40 y 60 kg, dependiendo siempre de la variedad sembrada.
En general, el tipo de plantación define el tamaño y color del fruto, como también el tiempo de maduración, que puede extenderse de 6 a 12 meses. Chávez agrega que requiere suelos tropicales de buen manejo y nutridos con mucha materia orgánica. El verano resulta la estación propicia para los agricultores que cubren la cuantiosa demanda que se les presenta en distintos puntos del país.
Distritos de los departamentos Cordillera, Central, Paraguarí y Caaguazú lideran la producción del rubro. El funcionario del IPTA indica que el peso de un mamón puede ubicarse entre 600 g hasta sobrepasar el kilo y medio, según la clasificación; es decir, si será destinada al consumo en fresco o a un proyecto industrial.
Las cadenas supermercadistas conforman el canal de ventas más fluido y rentable, pero, a la vez, el más exigente, dice Gilberto Chávez. A su criterio, estas corporaciones adquieren los frutos a mejores precios y en volúmenes convenientes, siempre y cuando no pierdan la calidad ni el sabor. “La inversión está en el elevado costo de la semilla, con la cual se obtiene una efectividad única”, puntualiza.
Refiere que los dulces, frutas abrillantadas y mermeladas son las principales elaboraciones a base de mamón comercializadas localmente, a excepción de las segundas, que se exportan a países de la región. Añade que la papaína, componente característico de la fruta, es bastante comprada globalmente.
“Años atrás, el 90% del mamón que se movía en el mercado era importado, sin embargo, esto cambió y, en la actualidad, más de la mitad es cosechada dentro del territorio nacional”, precisa. Advierte que es necesario fortalecer las capacitaciones a los agricultores, puesto que los mismos no dimensionan el potencial del mamón para la ingesta internacional.
Salida rápida
Las variedades de mamón Solo y Formosa son desarrolladas en el país. Una de las entidades que las adquiere es la Cooperativa Agro-Industrial Colmena-Asuncena Limitada (Caica). La misma dispone de puntos de ventas estratégicos, como en el ya mencionado Abasto Norte y el Mercado de Abasto Municipal.
Néstor Hoshiba, encargado de la sucursal de la Caica en el Abasto Norte, comenta que el mamón en fase de maduración es el de mayor venta, sobre todo por parte de fabricantes de dulces. Los cajones, que contienen entre 8 a 10 unidades, provienen de localidades rurales de Itá y Caraguatay. “Vendemos aproximadamente 60 cajas en un día (a mayoristas, especialmente). De momento, es muy rentable”, sentencia el vendedor.
emilse.rolon@abc.com.py