LA VOZ DE LA EXPERIENCIA

Llegó al país el 24 de setiembre de 1950 tras un mes de viaje en barco desde su Italia natal. Con solo 13 años, su padre lo hizo ascensorista del céntrico edificio asunceno en el cual trabajaba. Aun sin hablar nada de español, lo inscribió en el colegio Dante Alighieri, donde culminó la secundaria.

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Al poco tiempo, su padre, Novello Pederzani, abrió un restaurante con su nombre, donde ayudaban él, su hermano y su madre. “Papá decía que si trabajábamos allí, no íbamos a poder estudiar una carrera universitaria, que era lo que él quería al traernos a América”, recuerda.

Fue motivo suficiente para vender el local gastronómico y con ese dinero adquirir el terreno ubicado en Fulgencio R. Moreno casi Independencia, a fin de convertirlo en un estacionamiento de vehículos. Allí el joven italiano pudo combinar su tiempo como trabajador y estudiante de Ingeniería en la Universidad Nacional de Asunción.

Ya cuando estaba terminando la carrera, conoció a la familia Scavone mediante el servicio que le brindaba en el garaje. “Don Vicente me dijo que quería que le haga el laboratorio Catedral, aunque yo aún no firmaba los trabajos. Igual hice el laboratorio, después el hotel Armele, entre otras muchas otras obras”, rememora.

Paolo se dedicó a la ingeniería hasta mediados de los 90, cuando se truncó su proyecto de tener una fábrica de pastas tras la caída de los bancos. Pero esta situación no detuvo su deseo de dedicarse a la cocina y, desde el quincho en su casa, comenzó a preparar pastas para eventos sociales. “Lo más difícil fue que la gente creía que comer pastas en un casamiento no era de lujo. Pero yo les decía que, en un bufé, el invitado tenía también la posibilidad de levantarse de la mesa para socializar con otras personas a la hora de servirse la comida”, manifiesta.

“Siempre le tuve cariño a la cocina, es algo que traigo en la sangre porque mi abuelo hacía jamón serrano, salames, y yo era su ayudante”, resalta.

Luego de dos años de trabajar en su casa, se mudó a su propio restaurante, denominado De La Casa Pederzani, donde seis de sus siete hijas se involucraron para ofrecer una mayor variedad de productos. Todas son profesionales, entre arquitecta, administradoras de empresa, nutricionista y diseñadora gráfica, las que llevan adelante hoy el negocio gastronómico familiar, en el cual don Paolo ahora funge de consultor.

Paolo Pederzani Cassanelli

Edad: 79

Estado civil: casado

Hijos: 9

Nietos: 12

Profesión: ingeniero industrial

Perfil empresarial

Fue el primer director de Teletón en Paraguay, donde implementó la Comilona que luego fue replicada en varios países. Tiene campos dedicados a la agricultura y es parte de la Fundación de Ayuda al Cardiaco.

SUS CONSEJOS

1. Se debe elegir una profesión que se haría gratis, si fuera necesario. Es decir, elegir hacer aquello a lo que se le tenga pasión.

2. Tomarse en serio todo lo que se emprende, no hacer las cosas solo por el título.

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