LA VOZ DE LA EXPERIENCIA

Pertenecía a la clase media ajustada. Tras sus estudios secundarios, fue profesor en colegios capitalinos importantes, pero luego de que su mamá se fue a trabajar a Argentina, Rolando Niella se propuso ir a Europa a estudiar. Sin dinero, tomó un empleo como obrero en el Puerto de Asunción, trabajando para la empresa Ibarra.

La voz de la experiencia

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Al llegar a España, en Galicia se hizo amigo de pescadores para subsistir y luego acceder a la Universidad de Santander, donde obtuvo una beca para un curso de verano. Su currículum cuenta que estudió filosofía y letras en España; psicología en Bélgica; sociología en Francia; lengua y cultura alemana, en Alemania. Durante su estadía en Europa, a la par de estudiar, trabajó como tractorista, leñador y finalmente consiguiendo contratos para artistas paraguayos. Esto último le permitió conseguir suficiente dinero para regresar al país tras ocho años y medio de andar por el Viejo Continente.

De vuelta en Paraguay, enseñó en la Facultad de Filosofía, pero al no contar con el agrado del dictador Alfredo Stroessner, debió dejarlo. Fue por entonces que, con lo ahorrado, decidió lanzarse al mundo textil. “Aprendí de los judíos, que llegan con una mano adelante y otra atrás, y empiezan como sastres y luego se convierten en industriales”, indica.

Así nació Fénix SA, propietaria de la marca Martel, dedicada al diseño, confección y venta de indumentaria masculina y femenina, fundada en 1960 por Niella y su esposa María del Carmen. En los 70 adquirió representaciones de sellos como Cacharel, Yves Saint Laurent, Wrangler y Maverick.

En 1986 firmó con Levis Straus Co. el primer contrato de exportación a EE. UU., adonde en dos años llegó a exportar un millón de jeans. Al inicio de los 90 contaba con dos plantas industriales y una gran red de distribución nacional y exportaba a los más exigentes mercados internacionales. Adquirió las licencias de las marcas Van Heusen y Diesel, de Italia.

En su mejor momento, Martel operó con 2500 personas, pero tras una grave crisis económica por la imposibilidad de exportar, tuvo que despedir a 2000. “Si bien luego desarrollé muchas otras empresas, ninguna tiene para mí el valor de Martel, que es por así decirlo el gran proyecto de mi vida. Cuando su supervivencia estuvo en riesgo, no dudé en vender otras empresas o en invertir todo mi capital en sacarla adelante”, destaca el empresario hoy retirado, “pero no del todo”, aclara jocosamente.

SUS CONSEJOS

1. El éxito de una empresa consiste en gozar de intuición para ver las tendencias.

2. Pagar bien al personal incentiva la calidad del producto que se quiere ofrecer.

3. Contar con una estrategia de negocios ayuda a superar los momentos críticos.

4. Innovar en lo que se hace para obtener el producto o servicio antes que todos.

5. Hay que tener liderazgo, lo que significa observar, explicar, sugerir, y no dar órdenes como si se estuviera hablando con un ejército.

Perfil empresarial

Miembro de la Academia Paraguaya de la Lengua Española. Fundó Martel, la Financiera Parapiti, TVD, Infocenter, una constructora y una consultora inmobiliaria.

Edad: 87 años

Estado civil: separado

Profesión: Lic. en Filosofía y Letras, Sociología y Psicología

Hijos: 4

Nietos: 3

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