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Paraguay fue escogido por Coca-Cola como el primer país para desarrollar un programa que llevará agua potable a comunidades rurales. México y Sudáfrica serán los siguientes destinos para desembarcar este proyecto que a largo plazo abarcará más países de América Latina, África, Asia y Medio Oriente.
Capaz de tomar cualquier líquido potencialmente contaminado para destilarlo y volverlo seguro para beber, el equipo slingshot se perfila como un alivio en un mundo en el que mil millones de personas enfrentan dificultades para acceder al agua potable.
Pese a que en Paraguay figura entre los países con mayor riqueza hídrica, existen numerosas zonas del país cuyas fuentes de agua se encuentran contaminadas. Una de ellas es Ñeembucú, donde el 60 % de los hogares carece de agua potable por el alto contenido de hierro que posee.
En la búsqueda de una solución para estas comunidades se produce una alianza estratégica entre el sector privado, instituciones del Estado y organizaciones no gubernamentales. La instalación de los slingshots en Ñeembucú se debe al esfuerzo mancomunado de The Coca-Cola Company, el Banco Interamericano de Desarrollo, la empresa creadora de los equipos Deka R&D, el Servicio Nacional de Saneamiento Ambienta (Senasa) y la Fundación Moisés Bertoni, en una iniciativa que llamaron Gotas de vida.
Las localidades beneficiadas fueron Costa Rosado, Belén, Yataity, Mayor Martínez e Itá Corá, en donde el sistema slingshot se instaló en centros de salud y escuelas, abiertos a toda la comunidad con la intención de mejorar la calidad de vida de los habitantes a través de la provisión de agua apta para el consumo.
A los siete equipos se sumarán otros 12 en una segunda fase del programa en otras zonas del país donde el agua es un problema crítico. En total, la inversión estimada es de USD 600.000.
Los slingshots operan con muy poca energía, similar a la requerida por un secador de cabello, pero puede purificar 1000 litros de agua por día, cantidad suficiente para saciar la sed de cien personas.
La compañía multinacional aspira a entregar millones de litros de agua potable a escuelas, clínicas de salud y centros comunitarios en regiones rurales de África y América Latina, áreas que han sido identificadas como claves para las colocaciones de slingshot.
A largo plazo, Coca-Cola y Deka buscarán instalar miles de unidades que operarán y se mantendrán anualmente en comunidades de los distintos continentes. Para el año 2020, la compañía quiere restituir toda el agua que utiliza en sus bebidas y su producción como una manera de validar su compromiso hacia la creación de comunidades sustentables.
Beatriz Pérez, gerente de sustentabilidad de la compañía, con sede en Atlanta, Estados Unidos, vino a nuestro país para la presentación del programa Gotas de vida. Afirmó que el encanta el nombre del programa en Paraguay porque realmente es el agua la que da vida a las personas, las comunidades y también al negocio de las gaseosas. “Nuestra meta es devolver el 100 % del agua que utilizamos, estamos actualmente a nivel global en 52 %, que es un progreso significativo. Queremos retornar el agua que usamos en todos los lugares donde trabajamos, que son en 207 países en los que existe más de 400 iniciativas relacionadas al agua. Sabemos que no es suficiente, por eso queremos hacer más, llevarlo a una escala mayor, y este proyecto en Paraguay no ayudará a alcanzar nuestra meta”, subrayó.
nperez@abc.com.py