“Seleccionamos secretaria ejecutiva. Edad: entre 22 y 45 años”. “Incorporamos vendedores profesionales. Edad: 25 a 40 años”. “Empresa solicita técnico en ascensores. Edad: 23 a 35 años”. Son anuncios que se leen en agrupados de los diarios. Pero también hay otros que buscan gerentes o jefes de ventas, cuya edad mínima solicitada es de 35 años. ¿Por qué la edad es un requisito para acceder a un empleo?
Ezequiel Iñiguez, gerente de búsqueda de talento de Jobs, explica que las edades varían según el perfil solicitado para cada cargo, determinado por el tipo de tareas que se deban efectuar, los objetivos de la posición, el nivel de conocimiento para desempeñarse y la estructura de la empresa.
Para vacancias de base operativa, se buscan a jóvenes que empiezan sus estudios universitarios con una franja etaria de 18 a 23 años. Su inserción laboral se da mediante empleos part time (de medio tiempo), pasantías remuneradas o no y modalidades de empleo eventual, pues son puestos que permiten un primer abordaje al mundo laboral y un balance entre el trabajo y el proceso de formación profesional.
Mediante programas internos o externos de alto potencial, de desarrollo de talentos y de identificación de personal clave, las empresas persiguen incorporar profesionales jóvenes de entre 24 y 27 años para puestos que permitan un afianzamiento técnico y el desarrollo de un perfil multifuncional. Se apunta a que obtengan una mirada global de la organización y puedan crecer dentro de la misma. En este punto, se comienza a identificar a aquellas personas que a través de un plan de carrera podrán acceder a cargos de mayor envergadura.
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“Los profesionales con títulos de grado y con cursos de formación continua, que cuenten además con un importante background y con la madurez profesional requerida según las necesidades y la realidad de la organización, son los que tendrán acceso a puestos de mayor jerarquía; con esto nos referimos a mandos medios y jefaturas dentro de áreas de impacto en la compañía”, añade Iñiguez.
En tanto que los profesionales de alrededor de los 35 años en adelante, que desafían su zona de confort y desarrollaron sus habilidades directivas, gracias a la trayectoria laboral adquirida durante los años previos, son quienes ocupan los cargos gerenciales.
Rodrigo Arturi, gerente general de Manpower, relaciona el aspecto laboral con la situación económica del país, que viene creciendo en los últimos años, por lo cual las empresas desean implementar un nuevo estilo de gestión, con un gerenciamiento más corporativo, orgánico, de manera más estratégica y menos familiar. En esos nichos, los ejecutivos mayores de 30 años son muy valorados porque llegan a la empresa sabiendo qué hay que hacer.
Sin embargo, es más complicado conseguir trabajo para una persona que realiza una función administrativa y rutinaria, que no sea de mando medio, y tenga más de 35 años. “Aquella persona de 30 años debería estar apostando a un cargo gerencial. Si a los 30 años fuiste gerente, tu futuro laboral es mucho más promisorio que si no lo lograste, porque después de esa edad, habiendo sido gerente, tenés un campo de acción en otro tipo de empresas que será valorado y significativo”, expresa Arturi.
Asimismo, detalla que en áreas muy demandas, el tema de la edad no es ni será, a corto plazo, un problema, como el comercial (gerente comercial, jefe de equipo de ventas, vendedor), todo lo referente a la industria fluvial, al mundo del agronegocios, servicios y gestión, y formación de personas.
“Si Paraguay capitaliza todas las oportunidades que está teniendo actualmente a nivel global, va a faltar mano de obra y no habrá tanto problema con la edad, pero si el mercado laboral se achica o se mantiene en el tamaño actual, habrá problemas dentro de poco tiempo”, pronostica el ejecutivo de Recursos Humanos.
“Aquella persona de 30 años debería estar apostando a un cargo gerencial. Si a los 30 años fuiste gerente, tu futuro laboral es mucho más promisorio que si no lo lograste”. Rodrigo Arturi, gerente general de Manpower.
Particularidades
Existen también los puestos de confianza u oficios específicos, en los cuales no existe un rango etario definido, dado que determinados factores influyen en la decisión de contratación y permanencia, entre ellos el expertise, los valores y la moral. Un ejemplo es el de mujeres adultas en puestos de atención al cliente o asistencia de gerencia, u hombres adultos en asesoría externa o asistencia.
silvana.bogarin@abc.com.py