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Se distingue de los printshops por sus impresiones responsables, en las que emplea papeles reciclados o provenientes de bosques reforestados, tintas ecológicas e insumos elaborados bajo buenas prácticas de manufactura. Con esta propuesta, Pablo Pascuali y Héctor Martínez incursionan en el mercado desde 2009.
“El concepto de Green Print está basado en tres pilares fundamentales: económico, social y medio ambiental, en el que se pone especial énfasis”, comenta Pablo.
En sus locales resalta el mobiliario que refleja el espíritu del compromiso verde. Se ven materiales reciclados como el revestimiento de paredes. Los asientos son confeccionados con lonas retiradas de gigantografías y las mesas combinan carretes de cables con válvulas de camiones reutilizados.
“Es conocido el impacto de las empresas en el medio ambiente por sus emisiones de Co2 (dióxido de carbono). Nosotros, con pequeñas acciones, apuntamos a reducirlas o compensarlas. Por ejemplo, con una mesa de materiales reciclados evitamos comprar mobiliario fabricado en plantas industriales que emiten Co2 y, a la vez, algo que iría a pudrirse en un basurero y a emitir gas carbónico lo rescatamos y convertimos en un objeto utilizable”, refiere Pablo.
Son conscientes de que no es posible reducir completamente el impacto al medio ambiente, pues los productos deben ser transportados en medios convencionales y generadores de emisiones de Co2. “En los casos en que no podemos evitar o reducir, hemos buscado un mecanismo para compensar el medio ambiente”, sostiene.
Mediante la reserva natural Dimas, en Alto Paraná, iniciaron en 2010 un programa de reforestación de 35 ha y firmaron el primer acuerdo de Servicio de Secuestro de Carbono del Paraguay, refrendado por la Fundación Moisés Bertoni y la Federación Paraguaya de Madereros.
Así, Green Print ofrece la posibilidad de realizar sus impresiones con carbono neutro, incorporando un sello que indica que ese trabajo siguió políticas respetuosas con el medio ambiente y que, además, ayuda a la imagen de una compañía ecorresponsable. El sello significa que las emisiones de Co2 liberadas fueron reducidas, evitadas o mitigadas por Green Print gracias a las reforestaciones que capturan al año toneladas de ese Co2. Su inclusión cuesta G. 2.000 por plancha y permite a la firma seguir invirtiendo en bosques.
Héctor Martínez asegura que la filosofía verde gusta a la gente, pero a la hora de decidir la preferencia siempre se basa en los costos. “Miran si es más barato sin importar que sea un producto verde. Hay poca conciencia ecológica, aun ofreciendo el mismo precio o más bajo. Vemos que para muchas compañías es la oportunidad de mostrar una faceta ecofriendly y para otras grandes corporaciones, una exigencia”, dice.
La impresión responsable avanza y se posiciona como un producto con mucho potencial en un mundo que clama con mayor fuerza aunar esfuerzos para vivir en un planeta más saludable.
75 ton. de Co2 son capturadas al año gracias a la reforestación de unas 35 ha.
13 mil arbolitos fueron plantados para reconstruir el Bosque Atlántico del Alto Paraná.
4 mil arbolitos nativos fueron plantados con la comunidad Toba Qom, conjuntamente con A Todo Pulmón.
150 ton. de Co2 son capturadas al año en la zona Cerrito, Chaco, con la reforestación.