Cargando...
Si bien crowdfunding aún dista de ser una palabra común en el Paraguay, el vocablo también suena cada vez más. La mejor manera de describirlo es “una forma de recaudación de fondos en línea, a partir un grupo diverso de pequeños y grandes inversionistas, prestamistas o aportantes, para negocios nuevos y promisorios o existentes”, de acuerdo con una publicación del Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin), del Grupo BID.
Con el objetivo de encaminar el capital hacia quienes más lo necesitan, el sistema combina la conectividad de la tecnología de internet, la transparencia del historial virtual, la eficacia de los datos en tiempo real y los intereses polifacéticos de la gente. En el Paraguay funciona Kiva desde el 2008, a través de Fundación Paraguaya. Se trata de un mercado social de inversión online que conecta a los inversores sociales con los clientes de las distintas instituciones de microfinanzas en el mundo.
De creación más reciente son Prestamena (2014) y Nexoos Group SA (finales de 2015).
Nicolás Arréllaga, director de Nexoos, explica que hay distintos tipos de financiamiento colectivo, que pueden ser de donación (Teletón), por premios, de capital o préstamos, aclarando que su negocio se aboca a este último. En este crowdfunding basado en deudas, las personas prestan dinero a pequeños negocios (P2B) a través de una plataforma virtual. Pero a estos efectos, la página establece filtros para los solicitantes, asigna las tasas de interés que, generalmente, se fundamentan en una subasta entre los prestamistas y, posteriormente, se crea un mercado de subastas en el cual los inversionistas pueden analizar los préstamos disponibles y suministrar parte de la cantidad del préstamo total de los proyectos o negocios.
“Este innovador modelo de financiación ha mostrado un crecimiento asombroso en los últimos años, por lo que en el 2015 fue nombrado la quinta industria con mayor crecimiento en el mundo, cerrando con un volumen de USD 64 mil millones, y con proyecciones de alcanzar un trillón de dólares en el 2025”, destaca Arréllaga.
El ejecutivo relata la experiencia de Nexoos, firma que, desde el lanzamiento de la primera solicitud en su plataforma en diciembre pasado, ya cerró cinco operaciones por un total de G. 700 millones; 45 inversionistas movieron su dinero a través de este sistema, aunque son más de 370 los registrados para invertir. Asimismo, se inscribieron casi 100 solicitantes de crédito de empresas relacionadas con diversos rubros, como la maquila, la prestación de servicios fúnebres, gastronómicos, decoración, entre otros.
El monto mínimo que se puede invertir en la plataforma es G. 1.000.000 y hasta ahora, la inversión más elevada fue de G. 130 millones, aunque el promedio está entre G. 10 millones y G. 15 millones. Las tasas de retorno varían entre 15 y 36%, con el 40% como la máxima permitida. “El solicitante es el que propone el proyecto, es decir, la tasa, el plazo y la manera de pago. Nosotros le ayudamos a que esto resulte atractivo para los inversores”, indica.
La solicitud no es publicada instantáneamente al ser generada, sino que atraviesa un proceso de evaluación de la solvencia y capacidad de pago del prestatario. Posteriormente, los resultados de este análisis son expuestos a los inversionistas en la plataforma digital. El procedimiento de registro dura dos minutos; rellenar la solicitud online, con todos los documentos requeridos, otros 10 min; en tanto que el estudio de caso se extiende por 24 h.
Las transacciones solo se dan con transferencia bancaria o cheque, para lo cual el cliente o inversor debe figurar en el sistema bancario. “Nexoos no participa de la operación del crédito. El contrato y el pagaré salen a nombre del inversor, y la cobranza se hace a través de nuestra empresa como agente de cobro”, comenta Arréllaga.
Además, como el cobro de las comisiones a los inversores llega recién cuando estos reciben los pagos del solicitante, se comparten los riesgos de impago, lo que hace que la empresa obtenga mayores incentivos en filtrar las solicitudes publicadas en la plataforma.
Regulación
Las plataformas de financiamiento colectivo que actualmente operativas en nuestro país se encuentran impulsando la formación de la Asociación de Financiamiento Colectivo (Afico). Para ello, conforman una mesa de trabajo entre varias instituciones gubernamentales y no gubernamentales, como el Ministerio de Industria y Comercio; el Viceministerio de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes); la Superintendencia de Bancos, la Comisión Nacional de Valores, entre otras.
Silvana.bogarin@abc.com.py