El impacto social del negocio

Cada vez hay menos excusas para emprender, y un ejemplo de ello son las microfranquicias. Estas tienen las ventajas de una franquicia, como el know kow y la marca, pero no requieren una gran inversión para arrancar. Por eso, cada vez más personas, sobre todo mujeres, están apostando a este tipo de negocios.

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En países como el Paraguay, donde los indicadores de pobreza son altos y la mujer es quien generalemente lleva las riendas del hogar, la microfranquicia tiene un alto potencial. A este modelo de negocios también acuden las grandes empresas para llegar a la base de la pirámide, lo que la hace interesante para todos.

La Fundación Paraguaya lleva adelante desde el 2012 el proyecto “Desarrollo de microfranquicias para microemprendedoras de bajos ingresos”, financiado por el Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin) y la Agencia Australiana para la Cooperación al Desarrollo Internacional (AusAid), con el propósito de implementar esta herramienta con microempresarias de “Comités de mujeres emprendedoras”, otro programa de crédito que ofrece la organización.

Arrancó con la implementación de tres proyectos piloto: Only (jeans y remeras), Pituka (bijouterie) y Doña Chipa (chipá). Luego se fueron sumando otras, como Narella (lencería, ropa interior, y ropas deportivas para mujeres, hombres y niños), Doña Ana (helados) y Nutrihuevos (huevos). Esta última se convirtió en un exitoso prototipo con 156 microfranquicias ubicadas en zona metropolitana. En el 2015, la facturación con este modelo de negocio representó el 1,07% del ingreso neto de la empresa.

Para participar deben ser clientas de la Fundación Paraguaya y comprometerse a mantener un estándar de calidad establecido previamente, como el cuidado de la presentación de los productos y el trato profesional a los compradores. La inversión inicial es de G. 352.500, pero la ganancia varía conforme al precio de mercado del huevo. “Desarrollan la cualidad profesional de las jefas de familia”, resalta Latifi Chelala, gerenta de Responsabilidad Social Empresarial y Calidad de Las Tacuaras.

También Narella está en el sistema hace poco más de un año y tiene 200 microfranquicias activas. “Pretendemos duplicar ese número en un corto plazo, especialmente en el interior del país”, señala Roberto Ramírez, propietario de la marca. Para iniciar la inversión, que puede ser financiada, se necesita G. 390.000, en tanto que la ganancia por cada producto es del 25 al 34%, de acuerdo al monto del pedido realizado.

“Nuestra expectativa es crecer como empresa y negocio, expandiendo las microfranquicias y permitir a muchas mujeres que no trabajan fuera del hogar llegar a la independencia económica que, además de ayudar al crecimiento familiar, les permitirá desarrollarse como microempresarias”, reflexiona Ramírez.

Por su parte, Javier Boscarino, propietario de la marca Only, comenta que comenzaron a franquiciar por una necesidad de ayudar a gente con escasos recursos a elevar su nivel económico. “Ofrecí retazos de telas gratis para que puedan hacer accesorios, como cartucheras, bolsas, agogós, pañoletas, entre otras cosas, que a corto plazo, casi sin querer, les permitió pasar de amas de casas a ser confeccionistas y comerciantes a la vez, formando una clientela fiel”, recuerda.

Con esa experiencia de responsabilidad y deseo de superación económica, decidieron que las mujeres dejen de producir y se aboquen directamente a la comercialización de los productos. “Allí entra la Fundación, ya que a través de la misma logramos acceder a esas personas, obteniendo el control y el seguimiento desde la entrega de mercaderías hasta su reposición, sin que las mismas sufran un aumento en sus precios”, relata.

En total, el proyecto de la Fundación Paraguaya cuenta con 516 microfranquicias, a las que otorgó 220 créditos, llegando a 3.232 mujeres sensibilizadas. Además, otorgó 230 créditos a las emprendedoras y contrató a 12 impulsoras para promocionar y capacitar en distintas localidades del país.

Más microfranquicias

La más reciente incorporación al programa de la Fundación Paraguaya es Doña Ana, que cuenta con 20 microfranquicias en el área metropolitana. La ONG desarrolló, además, fuera del proyecto, otros modelos de este mismo negocio, de los cuales dos siguen siendo exitosos: el kit de lentes con 38 personas y el kit de limpieza con 1.144 unidades en funcionamiento.

Silvana.bogarin@abc.com.py

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