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Lo que durante muchos años se conoció como "cara a cara", ahora pasó a ser el "toque", lo que hace que se esté perdiendo todo un conjunto de gestos y significados en la comunicación humana.
Según el crítico cultural argentino Daniel Molina, tomado como referencia para la configuración inicial de este artículo, “para muchas personas, hoy en día, el mundo virtual es aún más real, más intenso, más interesante, más práctico, más motivador e, incluso, más amigable que el viejo mundo de los átomos”.
Refiere que, incluso, muchas de nuestras acciones más importantes comienzan, transcurren, acaban y se excluyen en el mundo virtual. Aunque, a menudo, toda esta dinámica no nos gusta, vivimos en una época en la que nos relacionamos más con pantallas que con y entre las personas, según el criterio del autor.
Todo este universo virtual sustituye la intimidad, el intercambio de cartas, los diarios, la privacidad, los afectos, las pasiones y los deseos ocultos. La aparición de internet ha acelerado este proceso. La expansión y el acceso a las redes sociales han permitido a la mayoría de los seres humanos lograr el deseado "estatus" de "figura pública".
Un efecto interesante en la gente es la posibilidad de convertirse en un "personaje" que a menudo se crea en una forma idealizada de lo que se desea "parecer", que oculta o permite una figura real. Ahora nos podemos mostrar como una manera de provocar deseos, comparaciones o, incluso, celos en la red.
Viajes, excursiones, ambientes frecuentados, antecedentes familiares, amores, hijos ejemplares, parejas perfectas, padres fantásticos, antiguos o nuevos amigos y mucho más se pueden mostrar de forma idealizada.
Pero también, a partir de esa nueva realidad que se puede ver, existe la posibilidad de cuestionar, provocar reflexiones y aprendizajes. He aquí algunos ejemplos:
- ¿Será que la intimidad, tan exaltada en nuestro pasado reciente, era real o solo para parecerlo?
- ¿Hubo procesos eficaces que permitan analizar, interrogar y valorar nuestro universo interior?
- O será que siempre fuimos superficiales o apenas preocupados en “parecer” mucho más que en “ser”.
Es evidente que la mayoría de las formas en las que nos vemos a nosotros mismos, pensamos y evaluamos está influenciada por factores culturales. Después de todo, pasado, presente y futuro no están disociados cuando se analiza tanto la historia de la humanidad como las influencias culturales y geográficas.
Pero el hecho nuevo es que con la globalización y un mayor acceso a la información se extendió el consumo mundial de modas manipuladas. Y no siempre es visto de manera crítica por la gente.
Vale la pena recordar lo que decía, en la década de los 70, el artista plástico y cineasta Andy Warhol: "en el futuro, todo el mundo será famoso durante 15 min". Warhol falleció en 1987, y este presagio se ha convertido en realidad.
Es probable que nuestro siguiente desafío sea exactamente lo contrario: 15 min de anonimato, preservando la intimidad, el silencio, la reflexión y el aprendizaje.
Una última provocación: los interesados en el tema recomiendan la película Hombres, mujeres y niños, una desafiante reflexión sobre el impacto de la realidad virtual en la estructura familiar.
En fin, una cuestión más para incluir en la agenda de discusiones y diálogos con familiares y amigos.
* Fundador y presidente de Höft Consultoría Societaria, en Brasil; integrante de The Family Business Consulting Group International (FBCGi), en América Latina, y Family Business Network (FBN).
renato@hoft.com o www.hoft.com