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Con casi 10.000 asociados a las cooperativas menonitas (Chortitzer, Fernheim y Neuland), pero una población mayor de la descendencia europea llegada al país desde los años 1927 a 1947, las entidades de producción son las que generan el mayor movimiento económico en el Chaco. Se apoyan en cuatro rubros principales: carnes, lácteos, financiero-comercial y agrícolas, mediante el cual, el ingreso anual per cápita ronda entre USD 32.000 y USD 41.000.
La Cooperativa Chortitzer, por ejemplo, mueve entre USD 500 millones y USD 550 millones por año y su asociación civil otros USD 25 millones; esta última gracias al aporte de sus asociados para el mantenimiento de un sistema de servicios comunitarios.
Leonard Wiebe, gerente general de la Cooperativa Chortitzer Ltda., asegura que no hay distinciones para asociar a nadie, pero un gran filtro es que quien accede a la cooperativa, también debe hacerlo a la asociación civil, y para ello debe aportar el 10 % de sus ganancias. Aun así, ya están entre los socios “paraguayos latinos” como los llaman, brasileños, entre otros, pero no llegan ni al 10 %.
En la Cooperativa Chortitzer el ingreso per cápita por año varía de USD 32.000 a USD 35.000, similar número al que maneja la Cooperativa Neuland, en tanto que la de Fernheim asciende a USD 41.000.
Muchos asociados también poseen sus negocios particulares, como talleres, comercios de agromecánica, y otros mediante los cuales emplean mano de obra de las localidades donde están asentados. Para ello, trabajan con la gran población indígena de estos lugares que, según Patrick Friesen, gerente de Comunicación y Cultura de la asociación civil Chortitzer Komitee, está conformada por personas honestas, pacíficas y trabajadoras, pero que pocas veces son líderes, por lo que casi nunca llegan a asumir cargos de mayor responsabilidad.
En el acopio de productos agrícolas, la limpieza del sésamo, carga y descarga de maní, en tareas del supermercado y plantas industriales se trabaja con los nativos.
Pelagio Cardozo, líder de la comunidad Pesempo’o, ubicada a 5 km de Loma Plata, señala que de la población de 2.466 personas, casi 400 trabajan en Chortitzer, la mayoría hombres. Para llegar al lugar pagan G. 2.500 por viaje. Algunos adquirieron el oficio de distintas áreas de las industrias, pero solo ganan sueldo mínimo, trabajan de 8 a 12 horas, en jornadas nocturnas, relata. Así también cuentan con seguro social mediante un aporte que hacen en su comunidad y la escolarización entre ellos va desde preescolar hasta el noveno grado.
“Somos polos de desarrollo y tenemos que afrontarlo. Aquí vienen para quedarse personas de todas partes del país, lo que implica que requieren educación y salud”, reflexiona Edwin Reimer, presidente de la Cooperativa Multiactiva Neuland Ldta., teniendo en cuenta que en el Chaco Central conviven varias culturas, pues entre los pobladores se encuentran aproximadamente 4.000 paraguayos de habla hispano-guaraní (latinos), 26.000 indígenas y 15.000 menonitas, los cuales en un 85 % ya tienen la ciudadanía paraguaya por haber nacido en el territorio nacional.
Todo más caro
Como todo lo que llega a las colonias del Chaco debe transitar por lo menos 450 km desde Asunción, los productos para el consumo cuestan hasta 30 % más caro, ya se trate de comidas, nafta, mercaderías, insumos, entre otros.
Con la visión de expandir el centro de Loma Plata, que se está quedando chico y con pocos espacios de estacionamiento, Chortitzer planea instalar sus negocios en un nuevo centro comercial, por lo que ya adquirieron 58 ha en las afueras de la localidad, y las obras se iniciarían en los próximos años. En este lugar confluirán una estación de servicios, un supermercado, un banco, una farmacia, una ferretería, entre otros, anunció Wiebe.
En el Chaco Central conviven varias culturas, entre los pobladores hay aproximadamente 4.000 paraguayos de habla hispano-guaraní (latinos), 26.000 indígenas y 15.000 menonitas.
silvana.bogarin@abc.com.py