Diez puntos que mejorarán su gestión de riesgo

Una buena manera de enfrentar un problema es formularse las preguntas correctas. Si ejecutamos un buen trabajo en el "proceso de pensamiento", mejoraremos la práctica de la gestión de riesgos de la empresa.

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¿A qué nos referimos cuando usamos la palabra “riesgos” y cómo podemos prepararnos para enfrentarlos? Las empresas viven inmersas en un mundo, rodeadas de variables impredecibles cuya volatilidad las afecta. El riesgo es la diferencia entre lo esperado y lo ocurrido. Legitima la existencia del beneficio empresarial y de la misma empresa. Sin riesgo, esta no tendría razón de existir.

La discusión de los siguientes diez puntos con su equipo de dirección ayudará a que su organización cuente con una mayor conciencia acerca de la importancia de la gestión de riesgos, el primer paso hacia la mejora de sus capacidades en este campo.

El primer punto es la interrogante: ¿sé cuáles son los riesgos a los que se enfrenta mi organización? No es fácil hacer una lista completa de los riesgos que enfrenta una empresa. Los riesgos –que, por lo general, se clasifican en financieros, operacionales, estratégicos y políticos– deben ser pensados y descubiertos por el equipo de directivos de la firma, con la coordinación de un profesional.

La segunda tiene que ver con la identificación de los factores determinantes de los riesgos a los que se enfrenta su empresa. Esto implica la necesidad de conocer su comportamiento en el pasado y tratar de entender su trayectoria futura. El conocimiento de los determinantes de los riesgos es fundamental. El determinante de un factor de riesgo es lo que hace que este se mueva de una manera específica. Por ejemplo, los determinantes de la Primavera Árabe que derrocó al presidente Hosni Mubarak en Egipto, en 2011, eran –entre otros– el descontento social, la debilidad económica, el tiempo que Mubarak llevaba en el poder, etcétera.

Mapa de riesgos

El tercer factor se vincula con la probabilidad de que se desencadene una crisis y el impacto que esta tendría en la empresa en caso de que suceda. Es bastante común que los riesgos estén organizados en un heat map de dos dimensiones: 1) la magnitud del impacto potencial y 2) la distribución o probabilidad de ocurrencia. Esto ayuda a clasificar la importancia de cada riesgo.

El cuarto factor tiene que ver con ser capaces de señalar dónde se vería perjudicada la empresa en caso de que la crisis estalle. Al evaluar el impacto de un riesgo debemos ir más allá del análisis en el flujo de fondos o de valor, y ser capaces de ver el impacto en aspectos como: la reputación, la capacidad de competir y atraer talento, entre otras.

¿Se cuenta con protocolos con estrategias y acciones de respuesta a las hipotéticas crisis? De esto se trata el quinto punto de la gestión estratégica de los riesgos. Es crucial estudiar todas las posibles estrategias de cobertura; estas pueden ser: 1) coberturas operativas, 2) pólizas de seguros, 3) instrumentos derivados. Esto nos dará información sustancial para la decisión respecto de qué riesgos asumir y qué riesgos transferir.

La vida es riesgo

El sexto punto se relaciona con cuáles serán los riesgos que se asumirían y cuáles de ellos serían transferidos. Y, por último, ¿cuáles son los riesgos por medio de cuya asunción generamos valor? La vida es riesgo; sin riesgo no hay satisfacción. Una empresa no existe si no asume riesgos. Una empresa es una entidad que genera valor por su capacidad de asumir los riesgos adecuados y transferir eficientemente los otros. Las compañías que no cuentan con una buena gestión de riesgos chocan con todos los riesgos que el azar pone en su camino, y su generación de beneficios es un proceso aleatorio que promedia el valor creado en el upside con el valor destruido en el downside.

La séptima consulta tiene que ver con el nivel de riesgo que la empresa puede asumir. Es decir, ¿se ha establecido un límite a las pérdidas potenciales? Es fundamental definir el nivel máximo de riesgo al que nos expondremos. En otras palabras, si decidimos asumir el riesgo del precio del petróleo, habrá que conocerlo muy bien, y decidir en qué nivel de precios se va a detener la pérdida.

Protocolo de crisis

El octavo punto se trata de un protocolo para canalizar la información ante una crisis. Esto nos lleva a la pregunta: ¿hay un sistema formal que encauce la información de los riesgos? Un modelo de gestión de riesgo requiere un cambio en la conciencia de la gente con respecto a la importancia del tema, y un canal a través del cual se transmite la información valiosa. Hacer la primera sin la segunda solo producirá frustración en la organización, y tener solo el sistema formal sin ninguna conciencia en la gente solo producirá burocracia.

El noveno indicador se relaciona con la integración del risk management en la estrategia de la compañía. ¿Está el risk management incluido en la estrategia de la compañía? ¿Entiende qué gestión de riesgos busca ganar dinero, evitando las pérdidas? ¿Cuál es el significado de Profiting the Upside Controlling the Downside? La gestión de riesgos debe ser parte del proceso de planificación estratégica. La empresa genera valor asumiendo los riesgos adecuados, ganando cuando las variables se comportan mejor de lo esperado, evitando grandes problemas cuando las variables se comportan peor de lo esperado.

Por último, vale la pena preguntarse, ¿quién coordina todos los esfuerzos de gestión de riesgo? Una buena práctica de gestión del riesgo necesita un líder de equipo, alguien que supervisa y coordina todo el proceso. Este es el Chief Risk Officer (CRO), una posición nueva que veremos cada vez con mayor frecuencia.

Las empresas que gestionen adecuadamente sus riesgos serán capaces de mitigar sus efectos negativos potenciando los positivos, ganando así la lucha con sus competidores. Mediante la correcta aplicación de los modelos de gestión de riesgos, las empresas pueden generar valor asegurando su liderazgo competitivo.

director del Centro Risk Management del IAE Business School.

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