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En el Paraguay también se puede” constituye la filosofía de trabajo que dio impulso a que empresas locales desarrollaran productos terminados a base de granos y cultivos autóctonos. Los ingredientes primordiales son cosechados por productores de distintos puntos del país e industrializados por firmas vinculadas con el sector agro.
Bioexport SA es una de las que explotó la oportunidad de convertir ciertas plantaciones en productos de uso alimenticio y estético, propiamente. Arturo Fernández, presidente de la firma, comenta que la iniciativa surgió ante la necesidad de aportar un valor agregado a estas semillas de suma demanda global. Sobre el punto, detalla que, durante el 2015, Bioexport invirtió más de USD 1,5 millones en la investigación e industrialización de granos; trabajo que permitió el lanzamiento de la primera línea de turrones a base de chía, arroz y sésamo nacionales, con la marca Flavorfood. Paralelamente, puso a disposición de los consumidores aceites con fines gurmé y estéticos, también hechos con estas materias primas.
Al respecto, el ejecutivo explica que en la actualidad se encuentran abocados al ajuste de detalles para la colocación de las barras de chía y demás compuestos en las principales góndolas de los supermercados locales e internacionales, teniendo en cuenta la aceptación obtenida por parte de los consumidores finales tras el anuncio de la propuesta.
Según Fernández, sobran mercados del exterior interesados en comprar estos productos, pero que el plan de negocios consiste en consolidar inicialmente la marca dentro del territorio nacional y, posteriormente, cumplir con el volumen requerido por los clientes foráneos. En tal sentido, acota que los Estados Unidos y países de Asia conforman el público objetivo de Bioexport, cuyo proyecto involucra a 20.000 productores del departamento de San Pedro.
Innovación. El Grupo Hilagro apostó a un ingenioso snack de mandioca y, en el 2014, insertó en el mercado la marca Mandiokita, generada a partir de mandiocas seleccionadas, libres de condimentos, producidas netamente a nivel local y disponibles en más de 3000 puntos de ventas del país, en presentaciones de 17 y 50 g.
En su planta industrial, ubicada en Campo 9, donde fomenta la agricultura familiar, transforma la materia prima en un producto adquirido por distintos segmentos. Para poner en marcha este emprendimiento, el Grupo Hilagro destinó más de USD 2 millones.
Por otra parte, en el 2015, la firma Blulane introdujo Las Fichas de Mandioca, de 50 g, concebidas por los jóvenes emprendedores Luis Lane y Dain Kelly, quienes accedieron a la certificación concedida por la Fundación Paraguaya de Celiacos (Fupacel), organismo que las halló carentes de gluten. “Junto con mi socio identificamos la posibilidad de aprovechar la mandioca dándole un toque alimenticio distinto, promocionando un producto con marca país y de buena calidad”, expresa Luis Lane, quien añade que en estos momentos analizan potenciales nichos de exportación, en los cuales proyectan penetrar en los próximos años.
Para Lane, la certificación representa el diferencial fundamental que ofrecen Las Fichas, con relación a la competencia de snacks locales y de importación. El empresario sostiene que las ventas superaron las expectativas, debido a que, durante algunas semanas, el tope de la capacidad de producción se vio excedido.
En su planta de Mariano Roque Alonso, Blulane logra procesar cuatro toneladas de mandioca al mes para elaborar los snacks. “La idea es posicionar el negocio y, por ende, el sello de ser un producto nacional altamente competitivo”. Acota que apuntan a seguir creciendo en cobertura el próximo año y avanzar en las tramitaciones para que paladares extranjeros saboreen estos novedosos bocados.
Cómo se le llama
El término snack proviene del inglés y significa “alimento ligero que puede consumirse, entre otros, antes de las comidas”. Internacionalmente se elabora a partir de batatas, papas, frutos secos y otras hortalizas. En algunos países tiene nombre propio, como en España, donde es conocido como aperitivo o picoteo, mientras que en México lo llaman botana.
En pequeñas porciones son ideales como desayuno, almuerzo, merienda e, incluso, cena, calmando temporalmente el apetito. Contiene proteínas, y elevada concentración de sal y grasa.
emilse.rolon@abc.com.py