La recomendación general de fábrica es medir la utilización del vehículo en los kilómetros andados en promedio por año, y a partir de allí ver el desgaste y los costos de mantenimiento. Los recorridos normales son entre 12.000 y 20.000 km al año. Con estas cifras habituales, el móvil pierde su valor en un 10 % anual. Esto sin olvidar que las garantías de las concesionarias, al comprar automóviles o camionetas 0 km, cubren desde uno hasta tres años, y algunas marcas permiten extenderlos hasta el tercer propietario, indica Roque González, gerente de ventas de De la Sobera.
Cuando el porcentaje del gasto en mantenimiento supera el 10 % de su valor, es tiempo de considerar reemplazarlo. La manutención debe rondar entre 1 y 2 % de su valor y se debe realizar a los 5.000 km, si son usados, a fin de revisar frenos, dirección y aceite, mientras que las cubiertas, en promedio, necesitan ser sustituidas cada 30.000 km, según Gustavo Kowalew, mecánico del taller Sergio K70.
Asimismo, cuando el vehículo sufre algún tipo de accidente grave, es crucial evaluar si conviene repararlo o venderlo. Si el arreglo cuesta casi el 40 % de su precio, es mejor buscarle otro dueño así como está.
Otro punto a tener en cuenta es la proximidad de cambio de modelo.
Miguel Barrios, presidente del Centro de Importadores de Vehículos Usados, aconseja al segmento con el cual comercializa variar el medio de transporte cada dos años con el objeto de evitar la desvalorización y la pérdida de su vida útil. “La gente no quiere gastar en mantenimiento, espera que se caiga el vehículo para cambiarlo por otro”, afirma.
