Benítez “Volver a las estancias de la patria”

Es muy difícil que la pobreza se reduzca del 44 al 7 % en cinco años, afirma el economista Víctor Benítez, quien propone un modelo al que bautiza estancias de la patria, en el que sector público, empresarios y pobres se unen para crear un nuevo modo de vida y trabajo.

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Estudió en Paraguay, hizo carrera en el exterior y vivió un largo periodo en Brasil. El economista Víctor Raúl Benítez G. explica el contenido de sus tesis de maestría que plantea un modelo de alivio y reducción de la pobreza. Basado en experiencias de Brasil, tras entrevistar al exministro y expresidente de ese país, Fernando Henrique Cardoso, desarrolla una propuesta que busca reducir los índices de pobreza en nuestro país. Las estancias de la patria son la solución, apunta Benítez. Habla de presupuestos plurianuales del Estado y de la participación de empresarios. Sostiene que no es complejo relevar necesidades y que la meta es fijar objetivos, establecer plazos y buscar recursos necesarios.

¿Cómo se define la pobreza? A partir de los ingresos, pobres son aquellos cuyos niveles de ingresos no llegan a determinado parámetro, no cubren las necesidades básicas.

¿Los datos de la Dirección de Estadística reflejan la realidad de la pobreza en el país? Vino un señor brasilero (Wagner Enis Weber), al cual el diario ABC le dio destaque, quien indicó que hay que modificar, porque usa la paridad del poder de compra. Se podría, pero aún así creo que acá no se trata de cambiar metodológicamente la pobreza. Yo tengo una metodología totalmente innovadora sobre cómo combatirla.

¿Cómo se la combate? Mi tesis de maestría divide a la pobreza en dos: alivio de pobreza y reducción de pobreza. En mi primera charla con Miguel A. López Perito (senador, exsecretario general del gobierno de Fernando Lugo), le detallé que mi experiencia, en base a mi tesis y la de Brasil, exhibe que los planes holísticos y sistémicos no movilizan a la acción concreta para resolver la pobreza.

¿Qué recomienda? Le sugerí: “Salgamos de la visión sistémica y entremos en la visión metódica”. Le mencioné que es mejor buscar un camino que conduzca a una meta. La gente no entiende lo que es sistémico, entiende métodos, pasos; quiere saber a dónde vamos, dónde estamos y cuánto falta. Eso la moviliza a cambiar la pobreza. Le expliqué que se requiere una radiografía, ver a la sociedad sobre la geografía. No inventé el método, mi tesis se basa en el plan Avanza Brasil, de Fernando Henrique Cardoso.

¿En qué consiste? En relevar indicadores sociales, económicos, infraestructurales de ciencia y tecnología, multidimensionales, distrito por distrito. Ellos lo hicieron en 5.800 ciudades. Paraguay tiene 250 distritos.

Tenemos la radiografía, entonces. Quizá algo desactualizada, pero tenemos. Le manifesté: “Debemos relevar un presupuesto plurianual en base a una planilla georreferenciada”. Esa es la innovación. El modelo es sencillo: el primer paso es diagnosticar las carencias georreferenciadas, el segundo es saber adónde vamos.

Tengo esto y quiero llegar a esta meta. Claro. Es lo que hizo Brasil y es mi sueño en Paraguay. Le mostré a Martín Burt (exsecretario general del presidente Federico Franco), quien copió mi modelo sin citar mi tesis. También a López Perito y le expusimos al presidente Lugo, quien no pudo entender. Al rato se dio el juicio político.

Cuando habla de presupuesto plurianual, ¿en cuántos años se debe pensar como mínimo? Veinte. Al menos cuatro periodos de gobierno. Eso en Brasil es ley de responsabilidad fiscal. En Paraguay hoy gateamos. Voy más allá: propongo una ley de responsabilidad fiscal con una ley anexa de responsabilidad social.

¿Qué significa eso? La de responsabilidad fiscal es poner un tope a los gastos corrientes, por ejemplo, y al presupuesto total; quien incumple tiene consecuencias. Responsabilidad social es dar el índice de mortalidad infantil registrado y la meta perseguida; si no se cumple, se destituye al responsable.

¿Existe esto en algún lugar? Está siendo propuesto en Brasil por Ciro Gómez (conocido político y economista).

¿Cómo sigue el proceso? El diágnóstico, el destino y la meta convertís en unidades satisfactorias básicas; un aula es una unidad satisfactoria básica o camas hospitalarias, de UTI, consultorios médicos, odontológicos, viviendas.

¿Es conveniente el subsidio? Es alivio de pobreza, un rol del sector público hecho con el presupuesto plurianual, infraestructura física y social, donde entra el subsidio, pero este debe tener puerta de salida.

No debe ser permanente. En Brasil tiene puerta de salida, límites en años. Mi propuesta es volver a lo que Gaspar Rodríguez de Francia llamó estancias de la patria.

¿De qué se trata? Quiero hablar de un proyecto que consiste en ganar con las estancias de la patria. Creo que deben mezclarse modos de solución socialistas con capitalistas para evitar que corra sangre. Hoy, hay asuncenos que compran bonos, son financistas de cosechadoras y sembradoras, trabajan para Favero, alquilan a los colonos, a grandes empresarios de la soja, hacen lo que se llama integración de cadenas productivas. Favero es un gran hub que trabaja con centenares o millares de paraguayos o brasileros, que cultivan soja, etc. Creo que no deben ser satanizados, ellos están en un mundo globalizado, están haciendo la plata, creo que pagan pocos impuestos. Creo que se debe aprovechar comentándoles que por otro lado, hay un montón de campesinos sintierra deambulando.

Esa es la fórmula. El Estado tiene tierras; los campesinos, hijos y pobreza; Favero, mercado y know how y hay un montón de asuncenos con plata. El negocio es tomar lo que hizo Jaime Lerner, villas rurais. Trabajé con él. Una villa rural es lo que llamo estancias de la patria, un modelo ganar–ganar. Por ejemplo, el Estado compra 1.000 ha de propiedad estatal, se convida a sintierras a que se organicen en una cooperativa indicándoles: “Acá vamos a ganar plata todos juntos”. Se le dice a Favero que allí tendrá cultivo con campesinos sintierra, y a los asuncenos que inviertan en comprar maquinarias para hacer leasing. Se hace en Brasil y hoy no hay campesinos sintierra en el Estado de Paraná. Se constituye la villa, zona semiurbanizada donde hay escuelas, hospitales, donde se enseña al campesino a leer, a escribir, a conducir tractores o camionetas, a no pegar más a su pareja, a casarse. Estos dejan de emborracharse, se cepillan los dientes.

Un nuevo modo de vivir. Los campesinos de mañana hacen ciudadanía y se entrenan; de tarde, manejan tractores.

¿Cómo se evita que se politice esto? Los números evitan el ñe´erei (hablar sin fundamento). Nadie puede obviar una planilla Excel. Después, lógicamente, ya está polítizado. San Pedro y Tacuatí se politizaron a balazos. Hay una lucha política hecha, ellos le dan un sentido de urgencia. Eso es alivio.

¿Cuál es el rol del sector privado? Reducción de la pobreza, que la gente tenga empleo y renta.

¿Cómo se involucra al sector privado? Cómo quiero involucrar al sector público: exponiendo cuánto falta en números. Estoy por elaborar una planilla con cuánto debe invertir sector por sector, ciudad por ciudad, para emplear a los desempleados, a los que están en pobreza, geográficamente diseminados en el territorio.

¿Cómo se le señala al sector privado qué debe hacer? Una buena econometría podría advertir que el país requiere 80 mil nuevos empleos, que son jóvenes del bono demográfico que ingresan al mercado. Hay que informar al sector privado cuánto debe invertir para que esos 80 mil nuevos, más los ya desempleados, entren a la corriente laboral. Eso es reducción de pobreza.

El plan del nuevo gobierno habla de una reducción de la pobreza rural del 44 al 7 %. ¿Es posible? Imposible. Conversé con el ministro Gustavo Leite (titular de Industria y Comercio), me dijo que se le fue un poco la mano, pero admiro y aprecio al señor Leite, me gusta la gente con objetivos ambiciosos. Creo en aquello a lo que ahora apunta, las MyPymes. Hay que dar recursos al ministro, creo que así sí puede reducir. No hay que hablar tanto de la pobreza rural, la pobreza está concentrada y es más lacerante en el sector urbano: hay mil asentamientos solo en Asunción, no se cuántos en otros sitios.

¿Cuál es un país con un modelo exitoso de lucha contra la pobreza? Creo que Brasil tiene estados que tuvieron éxito en la lucha contra la pobreza. El Estado de Paraná registra hoy un ingreso de USD 25.000 per cápita.

Todo esto fundamenta su tesis. Mi tesis de maestría se fundamenta en algo crucial: ver a la sociedad sobre la geografía y buscar las brechas en términos de necesidades sociales existentes para hacer presupuestos plurianuales direccionados en función a esas brechas georreferenciadamente y no en base a apetencias o influencias de quienes en Brasil son llamados los coroneles; caciques regionales que acá también tenemos, los seccionaleros, los Pakova Ledesma y compañía. El caudillismo, o coronelismo en Brasil, redireccionaba los presupuestos y los recursos del Estado. Recién desde 1994, Fernando Henrique Cardoso, probablemente el presidente más ilustrado que tuvo hoy el mundo, ideó esto. La universidad ya llegó al poder en Brasil, acá aún.

rsosa@abc.com.py

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