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Europa revive, Estados Unidos, Japón y China crecerán con más fuerza y con la inflación normalizada; mientras que los países de América Latina se recuperan, dentro del cual juegan un papel importante Brasil y Argentina; el primero con un crecimiento esperado de 3% y el segundo 3,5%, mismo nivel proyectado para Paraguay.
En cuanto a los números previstos para los demás países que forman parte del análisis realizado por Itaú, en 2018 Perú será el de mayor crecimiento con 4,2%; Uruguay llegaría a 3%, Chile 2,7%, Colombia 2,5% y México 2,1%.
A pesar del optimismo con que se mira la economía para el próximo año, también existe cierta preocupación porque en la mayoría de la naciones se realizarán elecciones para el cambio de gobierno.
Estos datos, análisis y comentarios fueron expuestos la última semana durante el “PressTrip 2017” organizado por el Banco Itaú en su sede central ubicado en Sao Paulo y del cual participaron periodistas de economía de medios de Paraguay, Argentina, Uruguay, Colombia, Perú y Chile.
La apertura del evento estuvo a cargo de Ricardo Marino, CEO de Itaú Latam, quien hizo un repaso de la posición de la entidad en Brasil y en la región, así como los desafíos para ser reconocidos como el banco de América Latina; en tanto que del cierre del evento se encargó Cándido Bracher, presidente ejecutivo de Itaú Unibanco, quién habló de las perspectivas generales.
Un año clave por elecciones
Bracher calificó el año 2018 como “clave” por los comicios que se llevarán a cabo en varios países de la región y sentó una posición general señalando que esperaba que “gane el desarrollo económico”.
El titular del banco hizo hincapié en que para que gane el desarrollo económico la diferencia radicará entre los candidatos que están comprometidos con el equilibrio fiscal y aquellos que no lo están, una visión que a su criterio sirve para toda Latinoamérica. De acuerdo a las declaraciones del titular del banco, los primeros podrán lograr un crecimiento económico sostenible y los segundos, con medidas populistas el crecimiento será fugaz.
En este contexto, Mario Mesquita, economista jefe del citado banco, había señalado antes que en el caso de Paraguay gane quien gane las elecciones de abril de 2018, no creen que se modifique la política económica que se viene aplicando.
Estabilidad macro y presupuesto
En los últimos años la economía de nuestro país viene creciendo en promedio 4,5%, aún con la crisis que afectó a los principales socios comerciales como son Brasil y Argentina y esto se logró mediante una estabilidad macroeconómica que se mantiene.
Esta estabilidad, sin embargo, se ve en riesgo actualmente porque el Congreso aprobó en primera vuelta aumentos salariales en el proyecto de Presupuesto General de la Nación para 2018.
Los incrementos en la remuneraciones públicas no tienen financiamiento y según analistas económicos de nuestro país, esto elevará el déficit fiscal por encima del tope legal de 1,5% del PIB; así como también alejaría al país de avanzar hacía el grado de inversión.
Al margen de este riesgo político, el fenómeno climático La Niña (sequía) también vuelve el año venidero y podría afectar la producción de cereales, aunque con menor fuerza que en años anteriores.
En ese sentido, Antonio Barreto, analista de Itaú, alertó que en esta parte de la región comprendida entre Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay el referido fenómeno podría afectar la producción de soja y maíz, pero que su impacto sería muy leve. De todos modos, puntualizó que “es una proyección”.
La soja es uno de los principales rubros de exportación de nuestro país y con una fuerte incidencia en el crecimiento económico, cuya mayor producción precisamente sostiene la estimación del PIB en un 4,2% para el cierre del presente ejercicio, según los datos del Banco Central del Paraguay (BCP). Este año se logró una cosecha récord de soja con más de 10 millones de teneladas.
El análisis incluyó, además de las proyecciones económicas, temas desarrollados por los principales técnicos de la entidad como el mercado accionario, el fútbol en América Latina, sustentabilidad y riesgos socioambientales, banca de inversiones, infraestructura y oportunidades.
En el caso del fútbol, los datos indican que Paraguay transfirió jugadores en 2015 por US$ 14,3 millones y en 2016 por US$ 20,7 millones. Además, se pone énfasis en que los clubes que participen en la Copa Libertadores y la Sudamericana el año venidero, deberán presentar sus estados financieros.