¿Se podrá eliminar la pobreza extrema en 5 años?

Un ambicioso plan de acción denominado Alianza Público-Privada para la Eliminación de la Pobreza (APEX), aprobado por Decreto Nº 10472 del 28 de diciembre de 2012, está en marcha. Su objetivo fundamental es rescatar, en un proceso de cinco años, a 205.000 familias o 1.200.000 paraguayos de las garras de la extrema pobreza, en una cruzada que demandará un rol protagónico de las familias afectadas, la intervención básica de 30 instituciones estatales, así como de la del sector privado, universidades y de la sociedad en general. Una de las dudas principales que surgen hoy es si será aplicado por el gobierno electo así como está previsto.

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El jueves último participamos en Mburuvicha Róga de la presentación del APEX para conocer, en detalle, este ambicioso plan cuya aplicación, evidentemente, dependerá ya del gobierno electo, porque tiene un horizonte de cinco años, hasta el 2018, para la obtención de los resultados previstos.

Con un presupuesto superior a los US$ 2.000 millones, la República del Paraguay puede eliminar la pobreza extrema que afecta a 205.000 familias, unos 1.200.000 compatriotas, aseguraba Martín Burt, jefe del Gabinete Civil de la Presidencia de la República.

La APEX se apoya en el Registro Único de Información Social (RUIS) creado también por el mismo Decreto que dio origen a la alianza público - privada (N° 20472), como fuente unificada de información de los participantes de programas sociales y que constituye una herramienta de gestión que permite optimizar la adecuada ejecución de los servicios y prestaciones estatales.

La APEX priorizará aquellas zonas donde la intensidad de la pobreza extrema es mayor, utilizando como instrumento el Índice de Priorización Geográfica (IPG), el cual permite identificar exactamente dónde existe mayor necesidad mediante el georreferenciamiento y ordenamiento de zonas en las que habitan familias en las mencionadas condiciones.

La cantidad de beneficiados con el plan APEX crecerá en forma gradual, arrancando en el primer año (2013) con 10.000 familias, 30.000 familias en el segundo y después a razón de 41.000 familias anuales, hasta completar las 205.000 familias que, de acuerdo con registros oficiales, están en condición de pobreza extrema.

Semáforo familiar

El “semáforo familiar”, que forma parte del plan presentado, es una manera muy ágil de identificar lo que es pobreza, no pobreza y pobreza extrema con 50 indicadores. El mismo se basa en un software proveído gratuitamente por una empresa privada, en el que se muestran fotografías a la gente con miras a facilitar el tenor de las preguntas ante el analfabetismo funcional que afecta a muchos compatriotas.

Con un teléfono inteligente o una tableta, sencillamente se muestran fotos para ubicar las respuestas. En el caso de provisión de agua, se muestra a una señora llevando agua sobre la cabeza (si alguien marca está dentro de la pobreza extrema), un pozo (pobre) y la fotografía de una canilla (significa que por lo menos en agua no es pobre).

Diagnóstico propio

Esta metodología de última generación permite que las familias pueden hacer su propio diagnóstico, y lo que antes requería horas para este trabajo, hoy puede llevar solo minutos sin intervención de algún experto de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censo (DGEEC), sino con la participación de las propias familias que, finalmente, saben dónde “les aprieta el zapato”.

De esta forma se compromete también a las familias a que si no tienen vacunas sus hijos, se pueda trabajar con los organismos del Estado para la vacunación correspondiente.

Georreferenciamiento

Por otro lado, el plan permite georreferenciar a las personas afectadas por la pobreza, el gran problema de los beneficiarios de programas sociales es que no se sabe dónde viven. Hará posible que se maneje con soltura la multidimensionalidad de la pobreza, porque permite ver autoestima, violencia contra la mujer, discapacidad, si las familias admiten tener conocimientos para generar ingresos por encima de la línea de pobreza, tener capacidad para planificar el futuro, consciencia sobre sus necesidades, etc.

Tres tipos de pobreza

El plan se focalizará en la eliminación de tres tipos de pobreza con más de US$ 2.000 millones por un periodo de cinco años. Las mismas son de ingreso, de calidad de vida y carencia de título y arraigo. La definición de la pobreza extrema es, básicamente, la incapacidad de tener recursos suficientes para comprar 2.500 calorías diariamente por persona en el hogar.

Por ejemplo, en una familia integrada por cuatro personas, a razón de G. 550.000 por persona/mes, el ingreso total debe ser G. 2.200.000 para no pertenecer a la franja de pobreza extrema. Si el ingreso de esa familia es de solo G. 1.800.000 mensuales debiendo ganar G. 2.200.000, no recibirá un subsidio directo por el monto que falta. En este caso, la tarea de cualquiera de las 30 instituciones estatales que participarán del proceso será preparar a esa familia para aprender a generar esa diferencia, es decir, tener capacidad para ingresar los G. 420.000 mensuales que faltan. No recibirá un subsidio directo del Gobierno por esa cantidad.

Además de la pobreza de ingreso, está la pobreza de calidad de vida que requiere de inversiones para el desarrollo personal. Finalmente, está la pobreza de título y arraigo que implica la falta de acceso a la tierra y a una vivienda digna que se adecue a las necesidades de la familia, lo que impide su arraigo en una comunidad

Las familias pobres no son una botella vacía que hay que llenar ni una pelota que falta inflar. La familia pobre en Paraguay tiene un potencial interno que requiere ser liderado y la tarea es absolutamente factible creando o fortaleciendo las 16.000 comisiones vecinales ya existentes con gerentes regionales además de apelar a más de 1.500 líderes empresariales que acompañen con su talento, su experiencia y espíritu emprendedor la solución del problema. Esos líderes pertenecen a la misma cantidad de asentamientos de los cuales 400 son rurales, 1.000 urbanos y 116 indígenas.

Todos juntos

El Gobierno es consciente de que solo no podrá encarar esta tarea, razón por la cual será fundamental el apoyo del sector privado, las universidades, la sociedad civil, etc., para el logro de los objetivos propuestos.

Es un plan complejo que demandará mucho esfuerzo. Sin embargo, debemos comprometernos entre todos por el bien de tantos compatriotas que subsisten esperando días mejores. Se siente en el ambiente un entusiasmo porque desde el sector privado se escucha que hay ganas de acompañar la tarea, como lo hizo Germán Ruiz, presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), uno de los gremios más poderosos de nuestro país.

En el menú de propuestas en campañas presidenciales es tan aburrido escuchar que se luchará contra la pobreza y, sin embargo, en más de 200 años de independencia del Paraguay, el flagelo pareciera tener una raíz cada vez más firme. Cartes, como sus antecesores, también prometió lo mismo, no sabemos si lo hará con este plan que deja Federico Franco o con otras fórmulas.

Está por verse si lo vencerá o será vencido, como históricamente ocurrió con los gobiernos de turno.

1.500

Se quiere contar con más de 1.500 líderes empresariales de todos los asentamientos.

Tres

Pretenden eliminar tres tipos de pobreza: de ingreso, de calidad de vida y carencia de título y arraigo.

broa@abc.com.py

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