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El Plan Maestro de la Franja Costera de Asunción es de 1993, donde ya se concibió la franja costera en su totalidad, es decir la que Asunción dispone actualmente así como las porciones norte y sur. De igual forma, también se dispone del Plan de Desarrollo Urbano Ambiental (PDUA Asunción 2000), preparado en el año 1996. Ambas iniciativas cuentan con sendas ordenanzas municipales, es decir que las sucesivas autoridades municipales han aceptado, se han apropiado, pero ninguna la ha implementado. Peor aún, inclusive disponiendo de financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo para realizarlas no pudieron concretarse. En dos oportunidades (1996 y 2005) se elaboraron los estudios de factibilidad final incluyendo los aspectos técnicos, urbanísticos, sociales, ambientales, económicos, financieros, legales e institucionales, desaprovechando oportunidades de transformar la ciudad, la primera vez para todo el bañado norte, por un valor de 200 millones de dólares y la segunda para la mitad del bañado norte por 120 millones de dólares.
Estas iniciativas se construyeron como las mejores opciones ante las inundaciones periódicas, pero además, presentaban la ventaja territorial de la “recuperación” de alrededor de 2.000 hectáreas de zonas inundables que se inculparían como activos urbanos con las costaneras norte y sur, así como la solución social definitiva para las más de 12.000 familias que habitan los bañados, ambas fueron desaprovechadas.
Oportunidades y desafíos actuales
Asunción ya cuenta con suficientes estudios, diagnósticos, perfiles de proyectos, estudios de factibilidad que, si bien deben ser actualizados, constituyen la base técnica y científica para que la autoridades municipales comiencen a implementar la planificación realizada. La reciente iniciativa del Banco Interamericano de Desarrollo, denominada Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles, conocido también por su siglas ICES, ha presentado hace poco menos de un año el Plan de Acción para el Área Metropolitana de Asunción sostenible, donde se retoman, actualizan y amplían todos los componentes ya tratados en los planes anteriores. Lo más relevante del ICES es que expande el área de planificación y acción a los distritos aledaños a Asunción que conforman el Área Metropolitana. En efecto, Asunción está obligada a pensarse y a interactuar juntamente con el Área Metropolitana, exigiendo niveles crecientes de gobernabilidad.
Desde una apreciación estratégica y económica, Asunción no es solo una ciudad más, es la capital política y administrativa del país y por lo tanto debe construir la imagen emblemática de un país que comienza a progresar de forma sostenida. De igual forma, el despertar de las inversiones inmobiliarias debe ser guiado, planificado, coherente y funcional al modelo de ciudad que necesitan no solo los asuncenos sino todos los paraguayos.